GARA
BERLIN
Jan Ullrich está dispuesto a demostrar que no tira la toalla, pese a las sospechas de dopaje, y, mientras negocia contra su despido con T-Mobile, afirma que busca otro equipo para luchar por una nueva victoria en un Tour.
Los abogados de Ullrich empezaron ayer, en Dusseldorf, las negociaciones con T-Mobile, que el pasado jueves comunicó por fax el despido al ya ex líder del equipo germano, uno de los ciclistas excluidos del Tour como consecuencia de la “Operación Puerto”.
Ullrich no está dispuesto a aceptar sin más ese cese, que considera no fundamentado, ni tampoco a retirarse, como pronosticaron medios alemanes, sino que ha decidido buscar otro equipo.
«Siempre he dicho que me retiraré con otra victoria en un Tour. Este año se me impidió, lamentablemente. Por eso he decidido persistir un año más», explica Ullrich, en declaraciones al diario suizo “Blick”.
Ullrich, campeón del Tour en 1997 y luego cuatro veces segundo, tres detrás de Lance Armstrong, quedó excluido de la ronda francesa poco antes de su inicio, por la red de dopaje investigada en torno al doctor Eufemiano Fuentes.
T-Mobile respondió con una suspensión primero y con el despido, después.
Ullrich muestra su decepción por ese procedimiento, dice que hubiese deseado mayor apoyo por parte de su equipo y también que está buscando otro para seguir en competición.
«Quiero demostrar mi inocencia, pero me parece indigno tener que someterme a un test genético. Soy un ciclista profesional, no un asesino o un criminal», sigue Ullrich, quien se encuentra en su domicilio suizo.
«Naturalmente que no», responde a la pregunta de si se ha dopado, y añade: «Es un hecho que nunca en toda mi carrera he estafado a otro ciclista».