Maider EGUES | Presentadora del programa de viajes «Chiloé» de ETB
«Vacaciones no es sinónimo de viajar, sino de hacer lo que apetezca»
De pequeña quería ser corresponsal de guerra. Lo cierto es que viajar ha viajado mucho, aunque no sea para contar la crueldad de la batalla sino la belleza de viajar. Es la voz y la cara de «Chiloé», un programa de viajes desde donde nos invita a visitar, por qué no este verano, muchos paraísos que se esconden tras los folletos turísticos.
Periodista por vocación, Maider Egues (1974) lleva
desde la década de los noventa ligada a la televisión. En lo último que la
estamos viendo es en “Chiloé”, el programa sobre viajes que emite semanalmente
ETB y que presenta desde hace casi tres años.
Trabajar en un programa de viajes como Chiloé debe de ser un chollo o eso pensará todo el que sigue el programa. ¿Se siente envidiada?
Me siento envidiada porque todo el mundo me dice que «vaya trabajo el tuyo. Qué suerte... qué envidia». La verdad es que me siento afortunada. Soy consciente de que es el trabajo de «tus sueños» para mucha gente.
¿Cuántos países ha visitado ya gracias a
“Chiloé” y cuáles están en proyecto? Los visitados son ya unos cuantos: Finlandia, Siria,
Jordania, Malaysia, Singapur, Tailandia, Bélgica, Francia, Hungría, Noruega,
Guatemala, Chile, Venezuela, Malta, Aruba, Chipre e Irlanda. En proyecto, de
momento ninguno, pero ojalá lleguen más.
Allá donde fueras... ¿haz lo que vieras?
Bueno, todo tiene un límite, pero en cierto sentido, si una realmente quiere empaparse de un lugar, ha de dejarse llevar por él.
Vacaciones suele ser sinónimo de viajar; no sé en su caso si también lo es.
No tiene por qué serlo... uno en su casita tranquilamente también puede pegarse unas vacaciones majas... todo depende de lo que a cada uno le guste hacer. Vacaciones, para mí, significa hacer lo que te apetece. No tiene por qué ser viajar.
¿Salou o Benidorm tienen cabida en Chiloé?
¿Por qué no? Es absurdo pensar que esos dos sitios sólo son lo que nos venden. Sería interesante indagar un poco más allá de chiringuitos, cremas de sol y discotecas. Seguro que nos llevábamos más de una sorpresa. Tendremos que empezar a madurar la idea.
Yo soy de los que opina que para ir a Cancún o Santo Domingo, y tumbarte al sol dentro del hotel una semana, mejor me voy a la playa de Sopela o Gorliz que me sale más barato.
No sé si realmente te sale más barato, porque últimamente los viajes al Caribe están tan tirados que casi uno puede gastarse más dinero quedándose en casa que haciendo un viajecito de ésos, todo incluido, por 600 euros. De todos modos, yo tampoco soy fan de ese tipo de viajes. Nunca los he hecho.
¿Y cómo se presenta este verano sus vacaciones?
No me iré lejos... probablemente a las islas Baleares y también me voy a Edimburgo unos días a visitar a una amiga.
¿De qué vacaciones guarda un especial recuerdo?
De unas que hice a Albania. Yo y mi compañero éramos los únicos turistas extranjeros del país. Fue una gozada. Fue inolvidable.
Recomiéndeme un destino bueno, bonito y barato.
Siria es precioso, también Jordania. Se come bien y barato. Thailandia, dejando a un lado Phuket y el mogollón, es un paraíso. El vuelo, si se coge con bastante antelación, sale bastante bien de precio, y después, el día a día allí es también barato.
¿Qué se llevaría a una isla desierta, si es que todavía las hay?
Yo no conozco ninguna y si la conociera, no te lo diría. Me llevaría a mi gente, libros y teléfono móvil.
¿Inculcar el hábito de viajar debería ser una asignatura obligatoria en los colegios?
Pues no estaría nada mal. Se aprende tanto... Además, no hay nada como alejarnos un poco denuestros pueblos y ciudades para tener una visión más amplia y realista de quiénes somos y qué lugar ocupamos en este mundo tan amplio y multicolor en el que vivimos. Cierta distancia siempre aporta un punto de vista mejor.
“Jaiak” fue otro de los programas por los que pasó. ¿Cómo recuerda aquellos tours?
Tengo un recuerdo precioso, sobre todo por los compañeros de trabajo, que éramos una piña y nos arreglábamos genial. Tuve la oportunidad de conocer toda la red de carreteras de Euskal Herria y... ¡ahora sé llegar a cualquier parte! Fue maravilloso, pero todavía ando recuperando las horas perdidas de sueño.
Sea sincera, ¿había tiempo para disfrutar o todo era trabajo, trabajo y más trabajo?
Sinceramente, todo era trabajo, aunque nos lo pasábamos bien porque la gente nos recibía con los brazos abiertos... bueno, algunos se excedían a veces, ya sabes... sobre todo por la noche. Juergas, muy pocas, porque tras terminar de grabar había que llevar el material a ETB para montarlo durante la noche y emitir al día siguiente.
En fiestas, delante de una cámara, ¿hay mucha gente que se transforma?
Algunos sí, la verdad, aunque a otros se les pasaba el contentillo de los kalimotxos sólo de ver la cámara. Vimos y vivimos de todo.
Pues, ahora confiésese. ¿Cuáles son sus fiestas preferidas?
No soy muy «parrandazale», pero nunca fallo en el día de «Maritxu Kajoi» de mi pueblo, Arrasate. Es una fiesta muy bonita... para mí, la mejor. -
|
