Fito CABRALES | Músico. Líder de Fito y los Fitipaldis.
«La suerte no se puede comprar ni guardar para cuando te vaya mal»
Va a cumplir cuarenta años y asegura sentirse menos sabio que nunca y tener la certeza de que la vida no se puede controlar. Cuando se acerca la fecha de salida de su nuevo disco, «Por la boca vive el pez», Fito Cabrales (Bilbao, 1966) habla de los cambios habidos en su vida y en su forma de grabar.
Desde que decidió iniciar una carrera en solitario paralela a la de su grupo Platero y Tú, Adolfo Cabrales, “Fito” para todo el mundo, ha visto crecer el éxito como la espuma. Su sexto disco, “Por la boca vive el pez”, que saldrá a la calle el 11 de setiembre, se está mezclando en Nueva York y ha sido grabado en Girona con el productor americano Joe Blaney. No es el único cambio, pues Fito ha contado con músicos como Carlos Raya (guitarra), Candy Caramelo (bajo), José “El niño” Bruno (batería), o Joserra Senperena (teclados). En noviembre emprenderá una gira que recalará en Bilbo el 22 de diciembre.
¿Qué tiene de especial este nuevo disco?
Para mí es un disco diferente, no por su contenido, sino por la forma en que lo he hecho: he cambiado de músicos, de estudio, de productor. Creo que suena muy fresco, quizás porque yo he tenido la sensación de que estaba haciendo mi primer disco.
¿Qué buscaba con tanto cambio?
En la música, si haces lo mismo que el año anterior, ya no es bueno. Cuando me propusieron trabajar con Joe Blaney, oí sus trabajos y me pareció que entendía mucho de rock and roll. Hemos tocado en directo en el estudio, y él se ha limitado a sacar un buen sonido. .
¿Tenía la sensación de que se estaba repitiendo?
No, pero sí de que podía llegar a hacerlo. Ya eran muchos discos grabados con el mismo planteamiento y como personalmente también estaba muy desubicado, me dije: si ha cambiado tanto mi vida, también va a cambiar mi forma de hacer música. Es la suerte de ser solista, que puedes llamar a gente diferente y aprender más.
¿Por qué ha cambiado tanto su vida?
Me separé de mi mujer, me fui de Gorliz y ahora vivo en Gernika. Además, tengo dos niños y la vida como padre también te cambia. Mientras estaba en la gira, no notaba tanto los cambios, pero cuando después de año y pico, paré de tocar y me quedé solo en casa, tardé bastante tiempo en ubicarme a nivel personal.
No sólo ha cambiado de músicos, sino que, por primera vez, no le acompaña Batiz, su fiel guitarrista. Esto está dando mucho que hablar.
¡Eso me han dicho! Yo ya sé cómo ve la gente las cosas desde fuera, pero Batiz y yo ya sabemos cómo son desde dentro. No es que yo le haya echado, él también ha dicho que se iba. Ya no podíamos trabajar juntos; de hecho, la última gira se nos hizo demasiado larga. Estuvimos hablando mucho. Cuando acabó la gira, ya no conté más con él, pero los dos vivimos en Gernika, nos vemos de vez en cuando y yo le quiero mucho. Es cierto que cuando empecé a preparar este disco, me sentí bastante solo, noté mucho la falta de Batiz.
Es un disco con un tono algo melancólico, sentimental. ¿Es su estado de ánimo habitual?
Alos que escribimos canciones nos gusta más contar las penas que las alegrías. Contar alegrías es como de payaso. Ojo, tampoco puedo escribir cuando estoy muy mal. Cuando estoy fatal, la guitarra y la música me parecen una mierda. No creo que se pueda componer desde la depresión.
«La suerte viene y va» repite en una de sus nuevas canciones.
Me llaman la atención las cosas de la vida que no se pueden controlar. La suerte es una de ellas. No se puede comprar, ni guardar un poco para cuando te vaya mal. Hay que saberla disfrutar, porque no te das cuenta de lo que tienes hasta que te falta.
«Dejadme nacer, que me tengo que inventar», dice en otra.
Es una respuesta a todas las canciones que te dicen lo que tienes que hacer. Y es que mucha gente piensa que tú sabes algo sobre la vida sólo porque haces canciones. Y yo lo que quiero decir es que yo sólo escribo porque me hace bien a mí, pero que yo diga una cosa no quiere decir que eso sea así.
Después de tocar ante 100.000 personas, ¿no le saben a poco los conciertos posteriores?
¡Qué va! El concierto de Bilbao fue algo extraordinario, lo normal es tocar ante mucha menos gente. Además, aunque tenga que tocar ante tres personas, lo paso fatal. Y no me acostumbraré nunca.
¿Y cómo combate los nervios?
Sobre todo, gritando, y también dando puñetazos y patadas a las paredes. Los de alrededor se parten la caja conmigo.
¿Ha cambiado su vida con tanto éxito?
Yo creo que lo que menos ha cambiado mi vida ha sido el éxito. Ha habido otras cosas más normales o naturales, que han cambiado mi vida mucho más. Vivo en Gernika y allí no soy ningún rock-star. ¿Qué te cambia el éxito? Conoces a más gente, pero no te cambia las amistades de siempre.
Pregunta
Lleva muchos años en la música. ¿De qué se ha cansado ya y de que no puede prescindir?
Si me canso de algo, prefiero no seguir haciéndolo. Necesito hacer las cosas con ilusión. Me he acostumbrado a cosas que no me gustan, como que me juzguen si soy buena persona o no por cambiar de músicos, por ejemplo. Y no puedo prescindir de escribir. Pero es algo que me ha pasado siempre.
En octubre cumplirá 40 años. ¿Alguna reflexión?
Creo que cuando más cosas crees que tienes atadas, menos es así. Cada vez estoy más seguro de que todo es inseguro. Y no me siento nada sabio. -
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