BEIRUT
La cadena de televisión de Hizbula informó de que milicianos del movimiento islámico se enfrentaron con un comando israelí en una incursión cerca de Baalbek, un pueblo libanés situado cerca de la frontera con Siria que es considerado una de las fortalezas de la guerrilla en el país. Hizbula TV aseguró que comandos israelíes llegaron en helicóptero a un campo situado en las afueras del poblado de Boudai, situado al oeste de Baalbek, en el este de Líbano. Según la cadena, los comandos aterrizaron con sus helicópteros antes del amanecer y eran conducidos al interior de Boudai cuando fueron interceptados por las guerrillas chiíes, que les obligaron a refugiarse bajo sus aviones de guerra.
El Ejército israelí confirmó la incursión y argumentó que sus tropas entraron en Líbano «para prevenir y bloquear actividades terroristas contra Israel, especialmente el contrabando de armas de Irán y Siria a Hizbula». Israel anunció que seguirá llevando a cabo este tipo de operaciones hasta que la fuerza multinacional de la ONU se despliegue en el sur.
Como consecuencia de los enfrentamientos, un oficial israelí murió y otros dos soldados israelíes resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, según el Ejército israelí. Mientras, fuentes de seguridad libanesas informaron de que tres milicianos de Hizbula también murieron durante la incursión.
El primer ministro de Líbano, Fuad Siniora, acusó a Israel de violar el alto el fuego y aseguró que transmitiría su queja al secretario general de la ONU, Kofi Annan. Por su parte, el portavoz del Parlamento libanés, Nabih Beri, consideró que la incursión israelí fue un intento de provocar a los milicianos. «Si Líbano hubiera lanzado un acto similar, ¿el Consejo de Seguridad no se habría reunido para imponer duras sanciones contra él?», señaló Beri.
Uno de los delegados de la ONU en Líbano, Terje Roed-Larsen, declaró que «no tenemos medios independientes para verificar lo que ocurrió, pero si lo que se ha informado es correcto, es por supuesto una clara violación del alto el fuego».
Mientras tanto, el ministro de Defensa libanés, Elias Murr, amenazó con detener el despliegue de su Ejército en el sur del país si Naciones Unidas no interviene después de la incursión israelí.
Poco después, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, justificaba ante el secretario general de la ONU la incursión de su Ejército. Según informaron fuentes gubernamentales desde el anonimato, Annan telefoneó a Olmert para transmitirle las quejas de Líbano. «El primer ministro Olmert dijo que este acto pretendía impedir la entrega de nuevas armas y munición a Hizbula», agregaron las fuentes. Olmert recibió el apoyo de su protector Estados Unidos. La portavoz de la Casa Blanca, Jeanie Mamo, señaló que Israel actuó en reacción al tráfico de armas en Líbano y subrayó que la resolución de la ONU que ha puesto fin a las hostilidades insta a la prevención para evitar que Hizbula se rearme.
La PFNUL inicia su despliegue
Mientras tanto, un contingente de 50 soldados franceses llegó ayer al sur de Líbano, convirtiéndose en el primer refuerzo que recibe la Fuerza Provisional de la ONU para Líbano (FPNUL). La televisión local emitió un video que mostraba la llegada de los soldados a un puerto cercano a Naqura, localidad situada a unos cinco kilómetros de la frontera israelí. Mientras tanto, dos helicópteros militares franceses sobrevolaban la zona. Se espera que al menos 200 efectivos franceses refuercen a Naciones Unidas en la zona, donde está previsto que los países de la ONU colaboren con la fuerza de paz aportando hasta 15.000 soldados.