La nueva versión del año 2004 de “Pink Floyd Ballet”, que retocó el legendario coreógrafo francés Roland Petit partiendo de las canciones y la música desarrollada por el grupo británico roquero Pink Floyd, la interpretó en Japón la Compañía de baile clásico Tokio Asami Maki Ballet. Ahora ha llegado al Kursaal con su sello propio en una amalgama dancística desplegada en doce fases, según lo pide la música y se añade por regusto de ambas escuelas clásico- roqueras un selecto “Paso a dos” para lucimiento de Lucía Lacarra, y un contrastante y selecto “Street Dancers” en estilo break-dance de calidad y variedad.
Lucía Lacarra muestra su arte elegante, sucinto y rítmico tanto con su pareja ypartenair Cyrile Pierre como con su compañero Leenz Chang. Mezclar en perfecta fusión loas estrellas en cada fase desarrollada tanto los ritmos inquietantes como serenos es de una factura señera.
Los cinco juguetones danzantes callejeros se desviven y logran una conjunción inestimable enganchando al público atento. El cuerpo de baile, perfectamente adiestrado, juega en grupo coréutico tanto en pasos clásicos como modernos en dibujos geométricos, de tal manera que en su bis repitió la escena coréutica jaleada por un públicoque se apercibió del dibujo tan simétrico que ofrecieron. Parece mentira, pero es verdad que Roland Petit pudo adelantarse en el mundo del rock más endiablado, rítmico y cantable de los británicos Pink Floyd de los años setentay legar este logrado Ballet a la posteridad dancística.
Público entregado. -
OTXANDIO