MADRID

En su opinión, cada una de estas facetas necesita y ofrece cosas distintas, «en cada una utilizas registros diferentes y caminos divergentes». «El cine da cosas que no da el teatro, como por ejemplo el hecho de que pase a la historia, porque una cinta de cine queda pero una actuación de teatro no», declaró el actor, que debutó en la gran pantalla en 2004 con “La mirada violeta”, de Nacho Pérez de la Paz. Por su parte, la televisión es para Exteandia, que comenzó en ella con la serie “Un paso adelante”, «un aprendizaje y un medio para comer», pero ahora mismo no ofrece todo lo que este joven actor de 32 años desearía que ofreciera. «Espero que con el tiempo la televisión pueda ser cultura, podría ser el nuevo teatro griego, algo para que el pueblo aprendiese, podría hacer cosas realmente fuertes para que la gente cambiase, pero el público pide mierda y eso es lo que se le da», afirmó.

A pesar de todo, Etxeandia reconoce que «necesita» a la pequeña pantalla, en la que ha participado en series como “Cuéntame cómo pasó” o “Motivos personales”, «porque espero poder pagarme un piso algún día y poder producir mi disco», un proyecto que mantiene con su grupo Blue Alien's Temple, del que es vocalista y compositor. El que fuera maestro de ceremonias en el musical “Cabaret”, actuación que le mereció el premio al Mejor Actor Revelación en 2003 de la Unión de Actores, dice adorar la música por encima de todo. Hace música para «alimentar el alma» y lo hace como «algo emocional», pero no tiene «ningún interés en comerciar con ella para que me la destrocen los productores». Desde su punto de vista, «en este país la cultura es ocio, no es cultura, la música que se requiere es para el ocio y para divertirse». Precisamente está comenzando a preparar un nuevo proyecto , «una especie de rock teatral» que se titulará “Alicia”. Además, interpreterá el papel de Oboeron en la versión gitana del clásico de Shakespeare “El sueño de una noche de verano”, dirigida por Tazmin Townsend con música de Antonio Carmona.