La Unión Astronómica Internacional (IAU), el árbitro de la nomenclatura espacial desde 1919, votará, tras dos años de intensos debates, la nueva clasificación de planetas del Sistema Solar el 24 de agosto en Praga.

Su lista incluiría 12 planetas, a saber, 8 del «plan antiguo» y que son los que dominan el sistema (Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno); los «plutones», es decir los que son como Plutón, incluido éste, y Ceres, considerado desde que fue descubierto en 1801 un asteroide. La trastienda de este asunto, señala Agustín Sánchez-Lavega, director del Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV-EHU, es que los norteamericanos »no quieren dar su brazo a torcer» y han «forzado» la permanencia de Plutón en el sistema.

Este investigador vaticina que dado que los avances en observación astronómica siguen proporcionando «casi cada día» nuevos hallazgos de cuerpos celestes, «se producirá una debacle» porque la lista de «planetas» aumentará «sin cesar». Lo que él siempre ha defendido es que la definición sea «mucho más estricta», lo que pasaría por eliminar la consideración de Plutón como el noveno del sistema y catalogarlo tanto a él como a todos los objetos que puedan encontrarse en una misma área, como pudiera ser el cinturón de Kuiper, como familias de planetas.

En el otro extremo está la opinión de la investigadora del Instituto Astrofísico de Canarias Rosa María Zapatero, quien asegura que la actual definición académica es «obsoleta y limitada» y que se debe ampliar para dar cabida a los objetos ya descubiertos y a los que se encuentren en el futuro.

Durante miles de años se ha sabido muy poco sobre los planetas, poco más que se movían en el cielo alrededor de estrellas fijas, pero en la actualidad los descubrimientos de grandes objetos en regiones externas al Sistema Solar han planteado un desafío a la definición histórica de planeta. A primera vista podría parecer sencillo definirlo como un cuerpo grande y esférico, pero las dificultades crecen si se establecen los «mínimos» y los «máximos» de forma y tamaño que ha de tener para no considerar a un asteroide o a una enana marrón, por ejemplo, planetas.

La IAU propondrá que se considere como planeta a aquel cuerpo celeste que tenga la masa suficiente que le proporcione gravedad y, por tanto, forma esférica y equilibrio hidrostático, y que orbite alrededor de alguna estrella sin ser ni un satélite de un planeta ni otro astro. Los objetos con masa por encima de 5x10 elevado a la potencia 20 kilogramos y diámetro mayor de 800 kilómetros estarán «normalmente» gobernados por su propia gravedad, pero todos los casos que estén «al límite» serán estudiados.

Actualmente la IAU tiene «bajo observación» a otra docena de «candidatos», entre los que estarían Sedna, Orcus o Quasar. La Tierra, por ejemplo, tiene 5.974x10 elevado a 24 kilos de masa y 12.756 kilómetros de diámetro, Mercurio tiene 3.302x10 elevado a 23 kilos de masa y un diámetro de 4.879 kilómetros, y Júpiter, 1.899x10 elevado a 27 kilos y 142.980 kilómetros de diámetro.

Si, como parece, la propuesta de la IAU es aprobada, los 12 planetas del Sistema Solar serán Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Ceres, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón, Caronte y 2003 UB313, al que habrá que asignar nombre, aunque su descubridor, Mike Brown, le supo provisionalmente Xena. -