LA HAYA
El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) reinició ayer el proceso contra siete militares y paramilitares serbobosnios acusados de participar en la masacre de 8.000 musulmanes en Srebrenica en 1995, considerada la peor matanza en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.Cinco de los supuestos criminales se enfrentan a la acusación de genocidio y otros dos están acusados de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Todos se han declarado inocentes. Según los cargos presentados por la fiscal jefe del TPIY, Carla Del Ponte, los siete estuvieron implicados en la planificación de la masacre, además de la persecución y expulsión forzada de musulmanes que buscaban la protección de la ONU en Srebrenica.
Entre los delitos de los que se les acusa están la ejecución en una colina en la localidad de Nova Kasaba. Allí, las tropas serbobosnias alinearon a unos 100 prisioneros musulmanes y les mataron a balazos. «Poco tiempo después, llegó un segundo grupo de unos 30 musulmanes; fueron alineados y también ejecutados», dice el auto. «Un tercer grupo llegó poco después y sucedió lo mismo».
En otra de las masacres, los soldados encerraron a más de 1.000 personas en un almacén y les atacaron con armas automáticas y con granadas. Los cuerpos fueron arrojados a una de las fosas comunes de Srebrenica.
Dos hombres están acusados de ser los cerebros de la masacre, Radovan Karadzic y Ratko Mladic, ambos fugados. Del Ponte calificó de «inexcusable» que Serbia no haya detenido al presunto cabecilla de las matanzas. «Mladic debería estar ante este tribunal», dijo.