Esta frase tan real con la que volvemos de las vacaciones a nuestro txoko, pertenece al protagonista de “Lettere dal Sahara”, documental que pone carne a la odisea que viven las y los inmigrantes actualmente. Son muchos los temas que nos preocupan al retomar el “Zirikazan” este lunes. Y es que en agosto, cuando aparentemente todo está aletargado, pasan muchas cosas. Tanto en el terreno personal ­en el que tu vida puede dar un vuelco­ como social y políticamente, y éste ha sido uno de ellos.

Quizás por haber estado físicamente alejadas de Euskal Herria ­viviendo otras situaciones donde la pobreza, por no decir miseria en muchos casos, es lo cotidiano entre la mayoría de la población y, como siempre, de modo más palpable para las mujeres, proveedoras de casi todo y jefas de familia­ optamos por hablar de lo que nos ha golpeado con más fuerza en esta vuelta: el problema de las y los inmigrantes.

Sólo desde el lunes pasado han llegado a las Islas Canarias 1.481 inmigrantes en veinte embarcaciones. Hombres, mujeres y cria-turas se han lanzado a la «aventura» del mar, conscientes de que podían morir, para escapar de una muerte segura, la del hambre. A la vez, la vicepresidenta del Gobierno del Estado español anuncia que a finales de septiembre se celebrará en Madrid una cumbre sobre inmigración entre los ocho países de la frontera sur de Europa. El objetivo de la reunión es que los ministros de Defensa e Interior discutan propuestas para mejorar la gestión de las fronteras marítimas.

Es decir, se decidirá sobre temas de patrullaje, vigilancia, salvamento, identificación, documentación, retorno y repatriación. De todo, menos de cómo apoyar el desarrollo de sus países de origen para que sus personas no tengan que emigrar. No conozco una sola persona inmigrante ­y conozco muchas de distintos colores, idiomas y culturas­ que haya venido aquí por el placer de viajar. Buscan sobrevivir y, con esa fantasía que tienen los sueños y con las mentiras que les cuentan quienes se marcharon y vuelven en esos coches cargados ocultando sus miserias, creen que Europa es el paraíso. Pronto descubren que es mentira, que son objeto de explotación por parte de gente sin escrúpulos que aprovechan hasta límites casi inhumanos el que no tengan «papeles». Pero... ya están aquí, al menos quienes no son repatriados, última moda.

Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, ha informado que en lo que va de año el Estado español ha devuelto a sus países de origen a 52.757 inmigrantes ilegales y que se ha aumentado el número de policías para controlar y vigilar las fronteras. También se ha referido a los proyectos desarrollados en cada país de ori- gen de la inmigración. A nuestro juicio aquí está la cuestión. Por eso exigimos a nuestros gobiernos que se apliquen el cuento. Que con nuestros impuestos destinen más recursos a cooperación para el desarrollo.

Y en esta Europa, y en este país nuestro, durante las fiestas de Baiona ocho chicas han sido violadas. Algunas de ellas probablemente drogadas primero y trasladadas inconscientes a algún lugar más «seguro» para el o los violadores. Algo terrible pero, tan previsible, que el 60% del presupuesto de esas fiestas es- taba destinado a seguridad. No sabemos el porcentaje del presupuesto que las otras capitales vascas destinan a la prevención del acoso y la violencia de género en su Semana Grande, pero esperamos que también lo hagan, porque para la violencia de género y el acoso sexual no hay verano, vacaciones ni días de asueto que valgan; al contrario parece que se incrementa con las fiestas.

Y el día 8, Alarde en Hondarribia. Otro tipo de violencia de género. El Ararteko ya ha dirigido su recomendación anual a Borja Jáuregui, para que el Alarde público no sea discriminatorio o que, de lo contrario, condicione la autorización que ha concedido al Alarde tradicional a que incorpore a la compañía mixta Jaizkibel. También Emakunde se ha pronunciado en el mismo sentido, recordando que la Ley de Igualdad prohíbe explícitamente la realización de actividades culturales ­entre las que se incluyen las festivas­ que se realicen en espacios públicos en las que no se permita o se obstaculice de alguna manera la participación de las mujeres en condiciones de igualdad con los hombres.

¿A que nadie se apuesta conmigo a que Jáuregui «pasa» de estas recomendaciones? Nos vemos el 8, a las 8’25, en Hondarribia. -

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