«Con Fidel terminará una etapa, pero, si la revolución es verdadera, continuará»
·Silvio Rodríguez ofreció ayer una rueda de prensa en Donostia, donde hoy concluirá la parte vasca de su gira
Silvio Rodríguez asegura que habla poco en los conciertos porque se expresa mejor a través de las canciones. Ayer, sin embargo, no tuvo que hacer uso de la música para transmitir sus opiniones, emociones y sentimientos a los numerosos periodistas reunidos en el Kursaal. El nuevo disco «Erase que se era», la gira por Euskal Herria, el largometraje de animación en el que está trabajando y la revolución cubana fueron algunos de los temas abordados.
DONOSTIA
Euskal Herria ha recibido con cariño a Silvio, el cantautor cubano que levanta pasiones y consigue que mucha gente reviva sus años mozos. Ha estado en Barakaldo y en Iruñea, acompañado por Niurka González (flauta y clarinete), Oliver Valdés (percusión) y el Trío Trovarroco. Ha regresado a presentar su último trabajo, “Erase que se era”, que recupera canciones inéditas que creó cuando rondaba la veintena, en los años sesenta y principios de los setenta. Pero no se ha limitado a interpretar esos temas, sino que ha repasado su dilatada carrera, desarrollada especialmente en Europa y en América. Hoy cantará en la capital de Gipuzkoa, al igual que ayer, y luego se despedirá de Euskal Herria para continuar su gira.
El artista habanero ha podido visitar Europa tras hacer un receso en el trabajo que está realizando para una película de animación que se titulará “Meñique”. «Tengo que crear doce o catorce canciones. Es una tarea que me absorbe y no me deja tiempo para mirar a otro sitio. Hay un enorme equipo de personas trabajando, y están un poco pendientes de mí, de una serie de claves que les tengo que dar para que puedan hacer su labor», indicó. Se trata de un cuento de magia de los siglos XVIII y XIX, creado por el francés Edouard Labouiaye y adaptado por José Martí.
Silvio también está componiendo para grabar un disco que tenga como referencia el trabajo “Cita con ángeles”. Ya tiene pensado el título: “Segunda cita”. «Contaré lo que les sucede a los ángeles, ya no tanto en los diferentes lugares del universo, como refleja el anterior trabajo, sino en un lugar específico, en nuestro país, en Cuba», aclaró el cantante, que ya ha publicado una veintena de discos.
Preguntado por los sentimientos que le crean ahora las canciones compuestas hace tanto tiempo y rescatadas en “Erase que se era”, Silvio Rodríguez afirmó que están en el disco porque se identifica plenamente con ellas y las considera conectadas con el presente. La guerra y la paz, por ejemplo, son temas recurrentes que ha tratado en todas las etapas de su trayectoria.
De los 26 temas incluidos en el doble álbum, sólo dos habían sido editados: “Fusil contra fusil” y “La canción de la Trova”. «Ultimamente he escuchado barbaridades sobre Che: que fue un asesino, que mató a homosexuales... Aunque no lo consideró un dios, me parece un hombre extraordinario. Por eso he rescatado ‘Fusil contra fusil’, para expresar lo que ha significado para mí y para mi generación de cubanos. Para nosotros no es un símbolo, porque lo conocimos en carne y hueso. Era el arquetipo de cómo debía ser un revolucionario comprometido hasta el extremo. No escondía los defectos de la revolución, y una de las cosas que todavía admiramos de él es esa postura».
“La canción de la trova” animó durante años un programa de un medio de Cuba, Radio Rebelde. Pero no fue recogida en ningún disco oficial. «La compuse a finales del 76 y a principios del 77, después de escuchar reiteradamente un disco donde cantaba Adriano Rodríguez. Han pasado cuarenta años y el cantante ha realizado la segunda voz en mi versión. Tiene 93 años y ha sido una maravilla trabajar con él. Un auténtico privilegio», declaró.
Silvio vivió su adolescencia en la primera década de la revolución cubana, y, como joven, fue partícipe de aquella transformación, tal como queda reflejado en sus canciones. «Con Fidel terminará una etapa fundamental, pero, si la revolución es verdadera, tiene que continuar sin él», defendió.
«Llegue a rechazar algunas de mis canciones»
DONOSTIA Silvio llegó a odiar “La era”, su primera canción que logró una aceptación universal y durante más de un año fue casi como el himno nacional de Cuba. «En ese momento, estaba en una onda de contracultura. Tenía fobia a los medios de comunicación cubanos, porque estaba en desacuerdo con la cultura que mostraban. Siempre hay una dosis de manipulación que desvirtúa la realidad, y, si uno es sensible a ese cambio, puede llegar incluso a prostituirse y a desvirtuar su propio corazón», argumentó el cantautor. Aunque debutó en un famoso programa de televisión, para el artista los medios no eran sus amigos. «‘La era’, creada con tanta sinceridad, justo en el momento en que supe que habían matado a Che, tuvo una gran difusión. Se convirtió en hit, era el número uno de todas las emisoras, y me percaté de que se estaba transformando en otra cosa que no me pertenecía. Ya no era aquel grito auténtico que clamaba por el internacionalismo, desgarrado hasta el punto de decir que había que quemar el cielo si fuese necesario», explicó. Rechazó y despreció su propia canción, y muchos no entendieron la razón. «Como todos los jóvenes, era extremista. Además, pienso que es bueno que sean así, pues son capaces de dejarlo todo y cambiar el mundo», consideró. El miembro de la Nueva Trova cubana también habló mal de otras obras suyas que alcanzaron la fama. No quiso cantar “Ojalá”. Sin embargo, ahora se ha reconciliado con ellas y las interpreta otra vez.
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