GASTEIZ
Salvo una revuelta de las bases, que no resulta previsible, la decisión que la Ejecutiva Nacional de EA adoptó la pasada semana de concurrir en solitario a las próximas elecciones municipales y forales en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa parece ya irreversible. La dirección acordó ayer informar de esta decisión a la Asamblea Nacional Extraordinaria que convoca para el próximo 14 de setiembre, pero el orden del día no incluye una votación.
Tras una reunión que comenzó a las dos del mediodía con una comida en el Alkartetxe de Gasteiz y que se prolongó hasta cerca de las ocho de la tarde, la Ejecutiva Nacional de EA se limitó a ofrecer una escueta declaración de su secretaria de Comunicación, Onintza Lasa, a dos agencias de información.
Lasa anunció que la dirección del partido había decidido convocar para el próximo jueves una Asamblea Nacional cuyo orden del día había sido aprobado por unanimidad de la Ejecutiva. En dicho orden del día se contempla que la Ejecutiva informará sobre la decisión adoptada para Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y presentará la pro- puesta de concurrir en la coalición Nafarroa Bai en este herrialde, lo que sí se someterá a votación y deberá contar con la aprobación de dos tercios de los compromisarios asistentes.
Queda por ver qué podría ocurrir si un número significativo de compromisarios solicitara una rectificación de la decisión adoptada por la Ejecuti- va Nacional. En las declaraciones efectuadas por Onintza Lasa, tan sólo se señala que la Asamblea se regirá «conforme dictan los estatutos que rigen la marcha del partido». Según interpretaciones autorizadas de los mismos, la Asamblea no tiene potestad para invalidar el acuerdo de concurrir en solitario a las elecciones. Es la decisión de formar coalición la que precisa de la ratificación por mayoría cualificada de dos tercios de los asistentes.
La Ejecutiva Nacional de EA decidió el pasado miércoles, 30 de agosto, concurrir con sus propia sigla a las próximas elecciones. El acuerdo se adoptó por el estrecho margen de diez votos a favor y nueve en contra. Entre los partidarios de la coalición se encontraban, entre otros, la presidenta, Begoña Errazti, el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, y el presidente de la ejecutiva regional de Gipuzkoa, Iñaki Galdós. A favor de presentase en solitario se posicionaron el secretario general, Unai Ziarreta, el secretario de Organización, Rafael Larreina, y los presidentes de las ejecutivas regionales de Araba y Bizkaia. A la reunión faltó un miembro de la dirección cuyo voto, de haber estado presente, no hubiera cambiado el sentido de la decisión.
Sin embargo, la nota que finalmente hizo pública al día siguiente la dirección para dar cuenta de tan trascendente decisión incluía la acotación de que la misma se había adoptado «en principio», lo que generó sorpresa incluso en algunos miembros de la Ejecutiva Nacional. Sorpresa que se incrementó cuando entrada la tarde una agencia de noticias transmitió declaraciones de la pre-sidenta del partido, Begoña Errazti, anunciando que convocaría una Asamblea Nacional decisión para la que no tiene potestad para conocer su opinión al respecto.
Pronto comenzaron las filtraciones y elucubraciones sobre la posibilidad de que el sector de la dirección que había perdido la votación intentara que la Asamblea Nacional rectificara el acuerdo adoptado por la Ejecutiva. Una votación que según diversos dirigentes del partido si llega a producirse ten- dría graves repercusiones internas fuera cual fuera su resultado final, puesto que supondría poner en entredicho a prácticamente la mitad de la dirección y a muy altos cargos de la formación.
De momento, da la impresión de que todo se ha reconducido hacia una Asamblea Nacional meramente informativa en este punto. Lo que sí se someterá a votación es la conformación de Nafarroa Bai. En ese apartado no se esperan sorpresas, aunque la mayoría exigida es muy alta y las opiniones en EA no son unánimes al respecto.