Primeros comicios en el Montenegro independiente
·La coalición gubernamental, que venció en el referéndum, aspira a seguir en el poder
Montenegro celebra el domingo elecciones legislativas, las primeras desde su independencia en junio. Los sondeos otorgan la victoria a la coalición gubernamental frente a la debilidad y división unionistas. Un triunfo que sólo podría verse atenuado por la irrupción de una lista opositora desde las filas soberanistas montenegrinas.
PODGORICA
Lo sondeos auguran entre un 45 y un 48% a la coalición liderada por el primer ministro, Milo Djukanovic, y su Partido Democrático de los Socialistas, que incluye a los socialdemócratas y a la minoría croata.Nadie duda de la victoria de esta coalición gubernamental, bautizada con el eslogan «Por un Montenegro Europeo», artífice de la victoria en el referéndum a favor de la independencia respecto a Serbia celebrado el pasado 21 de mayo. Muy lejos en intención de voto, con un escaso 18%, se sitúa la coalición unionista liderada por el Partido Socialista Popular (SNP), de Predag Bulatovic. Y eso que cuenta con el aval del Partido Popular (NS) y del Partido Democrático Serbio (DSS). Cierto es que la de Bulatovic no es la única opción unionista en estos comicios. La «Lista Serbia», liderada por el Partido Popular Serbio (SNS) lograría el 11% de los sufragios. «Srdjan Darmanovic, del Centro para la Democracia y los Derechos del Hombre (CEDEM), asegura que «estas elecciones son una reedición del referéndum de mayo. Tenemos otra vez y por un lado al bloque independentista y, de otro, a los que se opusieron firmemente a la independencia». Un análisis certero, aunque no fiel al 100%, habida cuenta de la irrupción del Movimiento para los Cambios (PZP), de Nebojsa Medojevic, al que los sondeos otorgan hasta un 16% de votos el domingo. Medojevic, a quien las encuestas presentan como el segundo líder más popular tras Djukanovic, ha fraguado su ascenso político en su radical oposición al primer ministro, a quien responsabiliza por la delicada situación económica y por la corrupción, en ningún caso superior si acaso al contrario que en buena parte de las repúblicas de la Antigua Yugoslavia y, por lo general, en el depauperado contexto balcánico. El PZP, nacido de una organización de economistas al estilo del G17-Plus serbio, insiste en presentar un perfil liberal y pro-occidental, en un intento de desmarcarse de las biografías tanto de Djukanovic como de los principales dirigentes unionistas, ligadas en su día a las estructuras de poder de la Yugoslavia post-titista. Medojevic, quien en su día fundara el Partido Socialdemócrata (SDP) aliado de Djukanovic, acusa a sus antiguos aliados de graves irregularidades en el proceso de privatización de las empresas estatales. Defensor entusiasta en su día de la independencia de Montenegro apoyo que matizó en el contexto del referéndum del pasado mes de mayo, este disidente es la única esperanza de los unionistas para lograr desbancar a Djukanovic y a su coalición del poder en Podgorica. Los dos bloques pro-serbios ya han anunciado su intención de unirse en coalición con el PZP. Pero, atendiendo a los sondeos, las cuentas no
les salen. Menos aún con el 6,5% de votos que auguran al Partido Liberal (independentista), que se presenta en coalición con el Partido Musulmán. Un seguro para Djukanovic en caso de que se quede a escasos puntos de la mayoría absoluta.
Los unionistas ya sólo aspiran a que Djukanovic no arrase
GARA
PODGORICA «Si no queréis dar vuestor voto a los partidos de esta coalición, dádselo a cualquiera que se oponga a Djukanovic. El objetivo común es derrotarlo». El llamamiento desesperado fue realizado por el unionista Bulatovic en su mitin de cierre de campaña el miércoles. Un Bulatovic que no sólo ha perdido todas sus elecciones contra su rival sino que, tres meses después del referéndum de independencia, se niega aún a reconocer su derrota. Poco carismático, Bulatovic comparte orígenes políticos con Djukanovic aunque creó su propia formación cuando éste se desvinculó del ex presidente Slobodan Milosevic. Eso no le impidió dar en 2000 un nuevo viraje y alinearse con las nuevas élites en Serbia tras la caida de su mentor. Eterno perdedor aunque desconocedor de la palabra dimisión, apoya ahora en la sombra a Medojevic. Este último, crítico con un proceso de privatización que él mismo impulsó como experto a sueldo del Gobierno de Djukanovic, asegura ahora que «después de 16 años de simulación de la superación de los mecanismos de gobierno comunista, Montenegro aún está buscando sus propios modelos de democratización». Opositor a las guerras que, impulsadas por Croacia y por Serbia, llevaron a la desintegración de Yugoslavia, promete su propio «modelo» de transición, una mezcla de promesas de transparencia económica en la línea de la ortodoxia liberal. Frente a ellos, Djukanovic aspira a revalidar victoria. El arquitecto de la independencia de Montenegro no ha acallado los rumores que apuntan a que, en caso de volver a ganar, como ha hecho en los últimos 16 años de carrera fulgurante abandonaría la política para lanzarse de lleno al sector turístico. Sería el testamento de este hábil político.
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