El PSN es el gran deseado de los últimos tiempos. No sólo del resto de partidos políticos, en especial de UPN que lucha por todos los medios de perpetuarse en el poder, y para eso saben que el próximo candidato debe estar «cortado a su medida». También el resto de poderes intentan influir en tan vital decisión, desde los económicos y financieros, pasando por los mediáticos, los emergentes inmobiliarios, hasta los religiosos.

A medida que se acerca el momento de la decisión, las presiones y maniobras de la «mano negra» se aceleran e incrementan. Hace unas horas, mientras hablaba plácidamente con los implicados en la «noche sabinera» comentando su éxito el pasado lunes en Madrid, y que dentro de unos días tendremos el placer de disfrutar en Villava, he recibido numerosas llamadas inquietas por rumores, infundios, presiones, in- crementados en la mañana de hoy, de que el candidato estará escorado hacia un entendimiento con UPN, tal y como desean los sectores más reaccionarios de nuestra Comunidad.

Entiendo que este rumor es fruto del intento desesperado por evitar que el candidato del PSN esté en línea con las valientes propuestas de Zapatero. Defiendo, he defendido y defenderé que no se vale igual para «un roto, que para un descosido». Que quien dentro del PSN históricamente ha defendido una mejor «comunicación» con UPN no se puede reconvertir de la noche a la mañana en un defensor de un gobierno alternativo con el resto de las fuerzas de izquierdas y progresistas (ponga aquí cada cual quien considere), tal y como en mi caso propongo, y que por tanto se corre el peligro de una traición en el futuro. Por tanto, he defendido, defiendo, y defenderé un candidato que se haya creído en el pasado y se crea en el presente y futuro esa propuesta. Además de todas aquellas condiciones que favorezcan el proceso de paz abierto. En definitiva, que esté dispuesto a batallar, con todas las consecuencias, por conseguirla cueste lo que cueste.

Por esa razón, y por si estas reflexiones se leen desde Ferraz, Moncloa o donde quiera sea, quiero manifestar que ese próximo candidato tendrá mi apoyo en tanto en cuanto cumpla estas condiciones. En caso contrario, y por lógica de coherencia política, me tendrá en contra.

Hago estas manifestaciones porque en momentos históricos (y quizás en más) como éste nunca me ha gustado ver los toros desde la barrera, siempre me he lanzado a la arena a torearlos, aunque sea a riesgo de recibir una grave cornada. Aunque reconozco que en peores plazas he toreado.

Por si este proceso acaba decidiéndose en función de las presiones, y consciente de que la que puedan originar estas palabras escritas es infinitamente menor que la puesta en práctica por la «mano negra» de esta nuestra Comunidad foral, es por lo que hago públicas estas reflexiones. Consciente de que la lealtad en política se debe más a las ideas que a las personas.

Tengo claro de que si acertamos en la elección no sólo favoreceremos un cambio de gobierno, también lo haremos en la transformación de una sociedad excesivamente esclerotizada y, sobre todo, en el proceso abierto hacia la ansiada paz. Ojo, por tanto, a las presiones.

Ahora ya puedo volver, con la tranquilidad de la tarea realizada, a la organización de la noche sabinera. Os espero el día 14 en la sala Tótem de Villava-Atarrabia... pase lo que pase. -

(*) José Luis Uriz es portavoz del PSN en el Ayuntamiento de Villava-Atarrabia