Ahora se hacen unas preguntas muy circunstanciales: ¿Dónde estabas el 11-S? ¿Es más seguro el mundo ahora? ¿Se irá o se quedará Luis Aragonés? ¿Qué ha querido decir Pasqual Maragall en su último discurso institucional como Honorable President? ¿Justo el resultado? Las respuestas están en el aire, las estrellas o los manuales de bricolaje político, deportivo o religioso. ¿Las respuestas pueden hacer buenas o malas a las preguntas? Los cuestionarios, las encuestas y los tests, sirven para hacer perfiles sin alma de los individuos, de los colectivos o de los movimientos sociales.

Han pasado cinco años y recuerdo perfectamente que el 11-S, estaba volando. Que vi la caída de las torres en un aeropuerto de París, que llegué a Biarritz sin maleta y que paré en Donostia a comer algo y vi por televisión toda la gravedad de lo sucedido. Desde entonces hasta hoy, mi pesadilla se llama George Bush. Y hasta sus propios conciudadanos han llegado a la conclusión de que si les pasa ahora algo será culpa de este señor que ha sido objeto de una consulta popular con una buena pregunta, ¿es realmente idiota Bush?

No puedo mirar su idiotez, pero su capacidad para envenenar a la humanidad con mentiras y con actos delictivos de lesa democracia es evidente que sí. El otro día confesó que existen cárceles secretas desparramadas por el mundo. ¿Tendremos alguna en la esquina de nuestra casa? ¿Hay motivos para pensar que estamos exentos de esta lacra? Parece una vulgaridad, pero esto sí que daña la noción de democracia. Cuando se antepone la supuesta Seguridad a la Libertad, empezamos a perder toda noción de progreso y volvemos a encerrarnos en nuestras fortalezas y castillos. Salimos entre murallas mentales o parabólicas de nuestra cocina a la iglesia y volvemos pensando que todas las sombras son peligrosas y vemos en los otros a nuestros potenciales enemigos.

No, no se está más seguro en el mundo. Habiendo más injusticia siempre se está más inseguro. Habiendo más desigualdades, hay menos seguridad. Habiendo tanto grito de extrema derecha se está más cerca del desastre total. Y no preguntes más. No sea que responda con sinceridad. -