Hamas y Al Fatah acuerdan formar un Gobierno de unidad nacional
·Los palestinos se unen frente al bloqueo occidental vigente desde las elecciones
La organización islamista Hamas, vencedora en los comicios de enero en los territorios ocupados, y al Fatah, formación histórica en la lucha de los palestinos por su tierra, anunciaron ayer un acuerdo para la creación de un gobierno de unidad nacional. El acuerdo programático, por el que el dirigente de Hamas Ismail Haniyeh repite como primer ministro, responde tanto a las aspiraciones de su formación como a la exigencia de un grupo de prisioneros de las principales tendencias de la resistencia palestina, y busca poner punto final a la crisis desatada por Occidente tras los comicios, cuando la UE decidió castigar al electorado palestino con la congelación de sus ayudas.
GAZA
«Traigo buenas noticias para el pueblo palestino y me siento orgulloso y satisfecho de que en este importante momento establezcamos un Gobierno nacional de coalición», anunció el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Ismail Haniyeh.El presidente de la ANP, Mahmud Abbas, confirmó que «hemos llegado a un acuerdo sobre el programa político del gobierno de unidad nacional, basado en el documento de unidad nacional firmado el pasado 27 de junio por las diferentes organizaciones palestinas». Tras hacer un llamamiento al pueblo palestino a «apoyar estos esfuerzos», el dirigente de Al Fatah pidió a los funcionarios en huelga desde hace nueve días en reclamación del pago de sus salarios que abandonen la protesta. Nabil Abu Rudeina, portavoz de la Presidencia de la ANP, anunció que Abbas «publicará en las próximas 48 horas un decreto presidencial para disolver el actual Gobierno y nombrar al primer ministro». Abbas volverá a designar para el cargo al actual primer ministro, Haniyeh, tal y como exigía Hamas. Fuentes de la ANP adelantaron que el nuevo Gabinete incluirá a «independientes, miembros del sector privado y a profesionales». La creación de un gobierno de unidad nacional, e incluso la formación de un gobierno de corte «tecnócrata» ha sido defendida por Hamas desde su aplastante victoria en los comicios de principios de año. El «documento de los prisioneros», firmado por presos de las distintas tendencias de la resistencia palestina, dio a mediados de año un impulso a esta iniciativa, permitiendo o forzando la aceptación por parte de Al Fatah de una solución de este tipo, rechazada tajantemente por sus dirigentes tras su derrota electoral.
Maniobras de Abbas Meses más tarde, Abbas se aferró a una interpretación forzada del «documento de los prisioneros» la que infiere el reconocimiento implícito del Estado de Israel a partir del compromiso para la creación del Estado palestino en los territorios ocupados en su lucha contra Hamas y llegó a amenazar con hacer un uso perverso de sus prerrogativas convocando un referéndum sobre la propuesta de los presos. Todo ello, sin olvidar la lucha fraticida entre palestinos de los últimos meses, sobre una población castigada por Occidente liderado por la UE, que ha congelado sus ayudas de 1.000 millones de dólares anuales.Una UE que, a cambio de levantar sus sanciones, exigía a Hamas que reconozca a Israel, que desarme a su milicia y que se ate de pies y manos a los acuerdos alcanzados por la ANP de Arafat con Israel. La comisaria de la UE de Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, se remitió al contenido del acuerdo antes de valorar su alcance. Igual de cauto se mostró la ministra delegada de Asuntos europeos, la francesa Catherine Colonna, aunque valoró la creación de un nuevo gobierno como «elemento novedoso». Israel, por boca del ministro de Exteriores, Mark Regev, insistió en exigir que el futuro gobierno acceda a las demandas occidentales y exigió la devolución del soldado capturado el pasado 25 de junio.
Otra incursión mortífera israelí en la Palestina ocupada
Dos palestinos un joven de 14 años en Gaza y un adulto en la ciudad de Jenín, al norte de Cisjordania murieron acribillados ayer por el Ejército israelí en sendos ataques. Yihad Abu Selmia murió y su hermano Adel resultó herido por un ataque artillero contra un barrio de Rafah. Anís Mansur, de 55 años, murió en una incursión en Jenín.
Nada pudo evitar a Blair el trago de escuchar los insultos en Líbano
BEIRUT Miles de personas salieron a la calle en Beirut para protestar contra la visita del primer ministro británico. Hizbula formó un cordón de seguridad para calmar a la multitud. El cordón de seguridad oficial en la comparecencia de Blair no pudo impedir que este último fuera increpado por una mujer que le espetó que «¡esta visita es un insulto! Debería darte vergüenza, Tony Blair!». La población libanesa recuerda que Blair tiene las manos «manchadas con la sangre de las víctimas libanesas» ya que retrasó la adopción de una resolución para poner fin a la agresión. Recuerda a su vez que permitió a aviones estadounidenses cargados con armas para Israel abastecerse en los aeropuertos británicos. Los miembros de Hizbula del Gabinete boicotearon la visita. Lo mismo hizo el presidente del Parlamento, Nabih Berri, del grupo islamista Amal, quien rompió el protocolo para no tener que darle la mano a Blair». «Circunstancia trágica» Blair, tildado de «asesino» y «cómplice» de Israel por la población, respondió señalando que «los sentimientos están a flor de piel» y calificó los sucesos en torno a Líbano con el término «circunstancia trágica y terrible».
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