MOSCU
Diez militares rusos murieron y otros cuatro resultaron heridos al estrellarse un helicóptero militar Mi-8 en Osetia del Norte, limítrofe con Chechenia.
Además de los tres tripulantes, entre los ocupantes se encontraban doce militares tres de ellos generales y nueve oficiales, con grados de mayor y coronel, miembros de una comisión de inspección de logística del Ejército número 58.
La aeronave había partido de la base de Vladikavkaz, capital de la república norcaucásica de Osetia del Norte, con destino a la mayor base militar rusa en el Cáucaso norte, Jankala, que se encuentra cerca de Grozni, capital de Chechenia.
Oficialmente, la aeronave participaba en unas maniobras militares en la localidad de Yuzhni, cercana a la capital noroseta.
En el momento de cerrar esta edición se desconocía la suerte del decimoquinto ocupante del helicóptero militar, que se partió en dos al impactar contra el suelo.
El Kremlin no excluía ninguna hipótesis, incluido el derribo por la resistencia chechena.