- Osasuna
El valor de un buen resultado se multiplica
·Un triunfo en Trabzon dejaría la eliminatoria decantada y revitalizaría el ánimo rojillo
IRUÑEA La eliminación de la Liga de Campeones a manos del Hamburgo y las posteriores y contundentes derrotas en las dos primeras jornadas ligueras han creado cierta inquietud en Osasuna a pocas horas de otro momento clave de la temporada, la eliminatoria que debe saldarse con la participación de la escuadra rojilla en, algo es algo, la Copa de la UEFA.Una cita en la que Cuco Ziganda y sus hombres quieren centrarse de forma exclusiva. No sólo porque la mala racha liguera las dos derrotas se han traducido en cinco goles en contra y ni uno solo a favor pueda pesar de forma negativa en el ánimo del equipo a la hora de encarar el encuentro de Trabzon, sino porque el valor de un buen resultado en tierras turcas multiplica su valor, precisamente por la situación que atraviesan los navarros. Una victoria en el Hüseyin Avni Aker dejaría, por un lado, la eliminatoria claramente decantada del lado de un Osasuna que ya no se fía del valor de un empate a domicilio tras lo sucedido frente al Hamburgo. Además, produciría un efecto balsámico en el ánimo rojillo de cara a sus próximos compromisos, a los que llegaría con algo menos de presión pese a la necesidad de sumar también un triunfo cuanto antes en la competición doméstica, en la que sólo el golaverage salva al equipo de Ziganda, penúltimo clasificado, del farolillo rojo. Dentro del equipo, con todo, apuestan por tomárselo con calma, pese a que las victorias se resisten desde que comenzó la temporada, con la visita al Hamburgo. Savo Milosevic, sin ir más lejos, ni siquiera descarta que Osasuna pueda volver a acabar entre los mejores. «Creo que perder ante el Barcelona, que para mí es el mejor equipo del mundo, no es nada del otro mundo destacó. Está claro que podemos jugar mejor, por eso debemos trabajar. No hay que bajar los brazos ni la cabeza después de dos derrotas, igual que no nos gustaba la euforia cuando se ganan dos partidos. Trabajando día a día al final las cosas salen. Creo que podemos repetir lo del año pasado», aseguró. Tan tranquilo está el delantero que ni siquiera teme la presión que pudiera acarrear al equipo el no conseguir el triunfo en Trabzon. En caso de verse forzado a elegir, de hecho, Milosevic apostaría sin duda por aplazar la victoria hasta el domingo. «Me gustaría un buen resultado en Trabzon para llegar al partido de vuelta con opciones y una victoria ante el Nástic el domingo», aseguró el ariete serbio, que tiene muy claro que «para Osasuna la Liga es fundamental. Lo que llegue después, bienvenido sea».
A favor y en contra
Lo que no impide, evidentemente, que Milosevic y sus compañeros confíen en traerse la victoria de Turquía. En su contra jugará la confianza que debe haber adquirido el Trabzonspor tras su victoria por 23 al Besiktas, uno de los equipos más potentes del campeonato turco, el pasado sábado;a favor de los rojillos, en principio, el hecho de que el partido se dispute a puerta cerrada por la sanción de UEFA que debe cumplir su rival. «Será la primera vez en mi vida que juegue en un campo sin espectadores reconocía ayer Milosevic, pero voy a afrontarlo con la misma tensión y ganas que cualquier otro. No soy capaz de imaginarme el ambiente, pero lo que tengo claro es que no nos van a regalar nada. Al final somos once contra once sobre el terreno de juego. Creo que somos superiores, pero lo tenemos que demostrar en el campo y no en la grada».Milosevic, por último, no quiso darle más vueltas de las necesarias a su suplencia en el Nou Camp, donde Ziganda apostó por Roberto Soldado como hombre en punta y el serbio ni siquiera llegó a vestirse de corto, pero admitió que tiene «ganas de jugar. Pero reitero y lo repetiré mil veces, que quien decide es el entrenador. Nosotros estamos para trabajar y esperar nuestra oportunidad».
Alta de Corrales, baja de Izquierdo
IRUÑEALos jugadores de Osasuna protagonizaron una de cal y otra de arena en el primer entrenamiento de la semana. La nota positiva llegó por parte de Enrique Corrales, que recibió el alta médica después de que el domingo no pudiera ejercitarse junto a sus compañeros como consecuencia de una contusión sufrida en el muslo derecho durante el encuentro frente al Barcelona. Situación opuesta a la de José Izquierdo. El lateral osasunista llegó con dolor abdominal en el flanco izquierdo, consecuencia, según se diagnosticó posteriormente, de un cólico nefrítico. Los servicios médicos esperan su evolución. Lo mismo sucede con Miguel Flaño, que ayer recibió tratamiento de fisioterapia por una sobrecarga en el psoas izquierdo. Son las dos únicas dudas de cara a la convocatoria que confeccionará hoy Cuco Ziganda tras el último entrenamiento en Tajonar.
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