Murillo cambia su propio criterio para que los agentes policiales comparezcan como peritos
MADRID
La misma Sala que está juzgando el sumario 18/98 decidió el año pasado, con la presidenta y ponente Angela Murillo a la cabeza, que los agentes policiales que acudían para ratificar sus informes no podían comparecer en calidad de peritos. Ni siquiera como testigos directos, sino sólo como testigos de referencia.Fue durante el juicio celebrado contra varias personas acusadas de pertenecer a Al Qaeda cuando los magistrados negaron a los policías su condición de peritos, tal como habían sido citados por la acusación. Un criterio que apuntaló en setiembre de 2005 el Tribunal Supremo, fijando las condiciones para que un declarante pueda ser considerado perito. Todo esto le fue recordado a la presidenta por el abogado Kepa Landa, quien señaló también que antes de darse inicio a la vista oral ya plantearon la recusación de los guardia civiles y policías propuestos por la acusación como peritos. Tras apuntar que la Sala aún no se había posicionado al respecto, consideró «insoslayable» que lo hiciera antes de darse inicio a la fase pericial, porque de lo contrario ésta «quedaría viciada desde el inicio».
En contra de la jurisprudencia
El fiscal, Enrique Molina, replicó mencionando dos sentencia del Tribunal Supremo de 2001 y de 2003, en las que se otorga a los informes policiales el carácter de pericial. Pero cuando volvió el turno de la defensa, Iñigo Iruin subrayó que además de la sentencia mencionada por Landa, posterior en el tiempo, este mismo año hay otros dos fallos, uno del Supremo y otro de la Audiencia Nacional, que ratifican la tesis de que ni los policías ni sus informes pueden calificarse como peritajes en un juicio.Agregó el letrado que en la sentencia del Alto Tribunal español, de mayo de este año, participaron cinco magistrados y que dos de ellos, Juan Saavedra y Joaquín Jiménez, fueron precisamente los encargados de redactar las sentencias mencionadas por Molina. Por ello, insistió en que la jurisprudencia, a día de hoy, rechaza que agentes policiales que acudan a declarar por ser autores de informes «de inteligencia» puedan hacerlo como peritos, y que estos documentos puedan ser acreedores del calificativo de periciales. Media hora de receso después, Murillo comunicó a las partes que, haciendo suya una vez más la postura de la Fiscalía y contradeciendo lo mantenido por ella misma meses antes, los guardias civiles citados para ayer declararían como peritos, en calidad de «expertos en materia de terrorismo». La Sala rechazó también otras objeciones de fondo y de forma planteadas por la defensa, y ordenó que compareciera la docena de agentes del instituo militar llamados por el fiscal. Empezaron a declarar ya por la tarde todos juntos, sentados en unas sillas plantadas en círculo en medio de la sala, y resguardados del público por un enorme biombo. Lejos de hablar de piezas concretas del sumario, los guardias civiles empezaron a relatar su impresión de lo que es ETA, lo que es la izquierda abertzale y el papel que desempeñan diversas organizaciones en Euskal Herria. Siempre intentando apuntalar el criterio de que «todo es ETA» y que la organización armada es el eje del que depende toda la izquierda abertzale, los declarantes comenzaron a divagar hasta tal punto mencionaron un sinfín de organismos que ni siquiera están en la causa que Murillo tuvo que cortarles señalando que «lo que aquí se juzga no es la izquierda abertzale, sino una serie de personas presuntamente vinculadas con ETA». La presidenta pidió a Molina que concretara sus preguntas. Los «peritos», en cualquier caso, siguieron soltando algunas perlas que, con toda seguridad, seguirán oyéndose en la sesión de hoy.
La labor de la comunidad de San Egidio
MADRID El sacerdote y párroco de Roma Mateo Zuppi relató al tribunal la labor desarrollada durante años por la comunidad de San Egidio, a la que él mismo pertenece, en tareas de intermediación y de impulso del diálogo en conflicto políticos y armados a lo largo de todo el mundo. Líbano, Mozambique, Argelia, Burundi, Uganda y Guatemala son algunos de los lugares en que representantes de esta comunidad religiosa han desempeñado una labor a fin de alcanzar un acuerdo entre las partes. Zuppi explicó que hablan con los diferentes actores políticos y sociales que pueden intervenir en los procesos resolutivos. El mismo ha realizado esa tarea en Euskal Herria, donde ha estado en cuatro ocasiones. La primera fue en 1999, invitado por las diócesis vascas, y entre otras personas se reunió con Pernando Barrena y Elena Beloki. El sacerdote recordó el momento «interesante» que se vivía entonces en este país, y subrayó que sus interlocutores sólo hablaron en nombre de HB o Batasuna, y nunca en el de ETA o de ninguna otra organización.
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