Un hijo en lugo y el otro en cordoba
Políticos y medios suelen reducir a la categoría de percance fortuito siniestros como el sufrido el fin de semana pasado por la madre y la hermana de Ibai y Mikel Aiensa. Pero no cabe culpar al azar cuando Instituciones Penitenciarias les ha endosado todos los boletos de esta ruleta trágica. Ambos están dispersados, pero uno en Córdoba y otro enLugo. Para los ediles de Berriobeiti, esto se llama «sadismo».
El pasado fin de semana, el vehículo en que viajaban la madre de los presos Ibai y Mikel Aiensa, una de sus hermanas y un amigo circulaba por Ziordia, camino a Monterroxo, cuando el camión que iba delante perdió la carga de hierro que portaba. Maite Laborda, la madre, destacaba ayer que el susto fue grande, aunque no hubo heridas afortunadamente. Pero el miedo a la carretera queda ahí; de hecho, es el segundo percance que sufren en estos viajes.¿Casualidad? Nada más lejos de la realidad. Y es que el de Lugo puede entenderse como el viaje bueno, el menos malo, para los Aiensa Laborda. Para visitar a Mikel tienen que hacer esos 1.280 kilómetros de ida y vuelta, pero al fin de semana siguiente Ibai les espera justo en la otra punta del mapa de la dispersión española, en Córdoba, y para eso hay que tragarse 1.614 kilómetros. Concejales del Ayuntamiento de Berriobeiti quisieron respaldarles ayer. Para Pablo Bueno, de Herri Kandidatura, todo esto tiene un nombre: «Sadismo, el tratamiento dado a esta familia raya el sadismo». Bueno enfatizó que «como candidatura y como pueblo, no
lo toleramos». Su mensaje, lanzado desde un humilde Ayuntamiento de 1.345
habitantes, tiene la importancia de ser casi una excepción, porque no es
habitual que los familiares obtengan un respaldo así desde un salón de plenos.
Bueno recordó que ya en diciembre de 2004 el Consistorio exigió el fin de la
dispersión y el traslado de Mikel e Ibai Aiensa a una prisión cercana a sus
domicilios. «Hicieron oídos sordos», criticó el concejal con tono amargo.
«que reflexionen»
Acompañado de los familiares de los Aiensa, el teniente de alcalde de la localidad, Joseba Gil, destacó algunas cuestiones que pueden parecer obvias, pero que cobran importancia a la luz de esta situación:«Estos familiares tienen que hacer miles de kilómetros en condiciones de tensión, riesgo, nieve, hielo... y no es por ocio o por trabajo, sino por una decisión política que así lo ha determinado. Esto tiene responsables políticos, y les pedimos que reflexionen».Gil añadió que «esa decisión se tomó por unas circunstancias excepcionales, y si éstas han desaparecido, deberían desaparecer también». Y Bueno apostilló que sus vecinos «tienen derechos, haya proceso o no, vaya bien el proceso o no». Mientras, a los Aiensa les toca preparar el coche para el próximo viaje: a Lugo o a Córdoba. -
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