Solidaridad
Quiero mostrar mi solidaridad con Iñaki de Juana y reconocer el gran valor que tiene al haber tomado una decisión heróica en defensa de sus derechos. Somos muchos los que lamentamos la estrategia de los poderes fácticos de evitar un diálogo civilizado sobre el País Vasco, la ilegalización de la izquierda vasca y la toma de rehenes en las cárceles. Me recuer- da la situación previa a la legalización del PCE en 1977.
Planteo, por si sirviera de algo, la idea de que una persona por pueblo siguiera la huelga de hambre en paralelo a Iñaki.
J. Antonio Aguilar
Participación y prepotencia
El Ayuntamiento de Bilbao trata de corregir el urbicidio que causó en la plaza Dario de Regoyos para la maldita carrera de coches con la presentación pública de los proyectos de recuperación de dicha plaza y la cercana Ramón de Basterra, destruida para construir un aparcamiento subterráneo. Ambas, entradas desde la Gran Vía al parque, estaban catalogadas como Conjuntos de Conservación Integral. Como un simulacro democrático, el pasado día 13 en el centro del distrito Barrainkua se ha mostrado algo que ya está decidido, y por tanto irreversible, con asistencia de algunos concejales, miembros del Batzoki de Abando y ocho ciudadanos, casi todos vecinos convocados por un impreso colocado en los buzones y algún interesado por el patrimonio de la villa.
A unas lógicas preguntas a los técnicos que lo exponían, respondidas correctamente a pesar de no coincidir en el criterio proyectual, el concejal de Obras y Servicios José Luis Sabas, responsable del atentado cultural que supuso, allí presente, en una impresentable y grosera actitud, apenas empecé a hablar se empezó a reír y a gesticular ostentosamente con ánimo de desacreditarme. Al reprocharle su burlesco comportamiento y exigirle una elemental educación y respeto, en una inadmisible actitud prepotente amenazó con expulsarme de la sala. En medio de aquella despótica evidencia que sorprendió a todos los presentes, incluso a técnicos y políticos, un matrimonio asistente se levantó y dirigiéndose a él dijo: «nos marchamos por su culpa, por usted, es algo vergonzoso».
Tenía oídos testimonios de varios funcionarios municipales sobre su prepotencia y malos modos, pero lo de ayer es algo socialmente repugnante. Es condenable que el dinero público sirva para pagar a individuos de tan bajo perfil de civilización y pésima tolerancia ante la ciudadanía. Al parecer, todavía no se ha desprovisto de las maneras adquiridas en la dictadura, por mucho que esté afiliado, por intereses económicos, al PNV. Este histórico partido no debería admitir en su función pública a elementos semejantes, es un peligroso descrédito.
Iñaki Uriarte
Arquitecto
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