Quizá por las dificultades que pasó de niño, Vinokourov muestra ahora tanta ambición. Sus padres electricista él e informática ella no aprobaban su afición a la bici y sus primeras pedaladas las dio con una bici que le prestó un amigo... incompleta. Y es que por cada victoria que conseguía su premio era un piñón o un plato hasta que enseguida construyó una bici completa. Se batía ante corredores de categorías superiores y no tardó en conseguir una beca.
Por mediación de Schefer, recaló en el Estado francés para correr en amateur. Vino mantuvo el mismo espíritu combativo y al año siguiente, en 1997, dio el salto.
En profesionales no ha cambiado; acumula más de 50 victorias y muchas exhibiciones.El Telekom le reclutó y siguió creciendo hasta ser tercero en el Tour 2003.Pero la sombra de Ullrich era alargada y Saiz buscó en él un líder para el Tour.Ese idilio se rompió por la “Operación Puerto”.
Como siempre, no se ha dado por vencido y ha salido adelante a lo grande. -