Iragartze GARAI | Psicóloga y portavoz de la asociación Adi-Egon
«Si no hay una intervención, los adolescentes agresivos pueden ser maltratadores»
En Adi-Egon lo tienen muy claro. Los jóvenes que tienen comportamientos agresivos dentro del ámbito familiar «pueden convertirse en maltratadores» en un futuro, si no hay una intervención en el momento oportuno. La asociación ha lanzado un servicio gratuito para prevenir posibles situaciones de riesgo. El programa, en cuestión, se llama Nerabe-ekin.
Iragartze Garai es la portavoz de Adi-Egon,
asociación compuesta por siquiatras y sicólogos de Bilbo que trabaja por el
bienestar sicosocial. Preocupados por el aumento de casos de familias en las que
se produce la denominada violencia intrafamiliar, estos profesionales han
decidido poner en marcha una experiencia piloto para orientar y prevenir esta
problemática.
¿Podría explicar en qué consiste concretamente el programa Nerabe-ekin?
Pretende ser una herramienta de apoyo para padres, madres y adolescentes en situación de riesgo a causa de comportamientos agresivos dentro del ámbito familiar. Se trata de una experiencia piloto en la que evaluaremos las necesidades que se plantean en el campo de la violencia intrafamiliar.
¿A qué se refiere cuando habla de comportamientos agresivos?
Hablamos de conductas agresivas a nivel sicológico, e incluso, en algunos casos, maltrato físico. Este tipo de comportamientos vienen dados por diversas causas, como por ejemplo la falta de límites.
¿A quién está dirigida esta experiencia que arranca ahora?
Tanto a los padres y madres como a los propios adolescentes. Respecto a la edad de estos últimos, va desde los 12 a los 18 años, aunque hoy en día la adolescencia abarca un tramo muy amplio, porque uno es adolescente casi hasta los 30 años.
¿Pueden estos jóvenes convertirse en maltratadores en un futuro?
Sí. Está claro que si no hay una intervención en el momento oportuno, quizá estas personas pueden llegar a ser maltratadores en un futuro. Desde la asociación, lo que tratamos está justamente dirigido a la prevención. Es decir, que esto no llegue nunca a ocurrir. Lo que hacemos, para ello, es aportar herramientas y facilitar apoyo a los padres para que puedan evitar, de alguna manera, que este tipo de situación pueda llegar a pasar en un futuro.
¿Qué tipo de instrumentos utilizan?
Cuando decimos herramientas nos estamos refiriendo a los límites. Muchas veces parece que éstos, ya de por sí, son malos, y realmente es todo lo contrario. Son necesarios cumplirlos y hacerlos cumplir. También explicamos cómo aplicar los castigos y refuerzos positivos o cómo ser constante y consistente. En definitiva, hacer las cosas en su justa medida.
¿A qué se deben estos comportamientos agresivos? ¿Puede influir en ello la educación que estos jóvenes reciban?
Puede ser. Hoy en día es más difícil educar, porque la sociedad, en sí, es más compleja. Hemos cambiado mucho y para los padres educar es muy difícil. También influye que sean padres separados o que haya un progenitor ausente en el ámbito familiar. La falta de comunicación entre ellos puede ser otra de las causas. Los padres suelen venir con mucha culpa, y eso suele ser lo que nosotros tratamos de atajar. Es decir, que ellos no se sientan culpables, porque no lo son. Todo lo contrario, son responsables de la educación de sus hijos y pueden hacer mucho para que la situación cambie y el clima familiar mejore.
¿Han constatado, en este sentido, un aumento de casos?
Sí. De hecho, el programa Nerabe-ekin se puso en marcha, justamente, pensando en eso. Nosotros tenemos consultas privadas y cada vez venía más gente con este tipo de problemática. Pensamos que abrir un servicio gratuito capaz de asistir a todo el mundo era importante, porque no todo el mundo puede costearse una consulta privada.
¿Es necesaria la ayuda de especialistas ante este tipo de situaciones?
Depende del caso. Acudir a un especialista siempre es bueno. Es decir, cuando tienes un problema físico orgánico vas al médico. Aquí ocurre lo mismo. Si tienes un problema en el ámbito familiar es bueno que acudas a un especialista para que pueda mejorar. En cierto modo, nosotros lo que tratamos es ser especialistas en educación familiar.
Volviendo al programa impulsado desde Adi-Egon, ¿de cuántas etapas consta?
Tiene tres fases. Por un lado, está la de asistencia individual, para contener y dar apoyo a nivel psicológico. En segundo lugar, el apoyo grupal. Encuentros en los que los padres y madres pueden hablar e intercambiar impresiones con otras personas afectadas, porque esto también les ayuda. Por último, están las charlas informativas. En principio, tenemos tres programadas hasta noviembre.
¿Qué temas se van a tratar en estas charlas gratuitas?
La primera se va a celebrar el 28 de setiembre, bajo el título “El porqué de las conductas agresivas de nuestros hijos”. La segunda, “Consumos problemáticos en los adolescentes”, está programada para el 26 de octubre. Y la última, “La adolescencia, lo normal y lo patológico”, será el 30 de noviembre. Las tres serán a las 18.30 en la sede de Adi-Egon en Bilbo. Es importante que se solicite cita previa para asistir a estas charlas informativas gratuitas.
Nerabe-ekin es una experiencia piloto que se va a celebrar en BIlbo. ¿Barajan la posibilidad de abarcar también otros territorios de Euskal Herria?
Sí, es algo que tenemos en mente. Queremos llegar también a Araba y Gipuzkoa. La experiencia piloto ha partido desde Bizkaia, pero dentro de la asociación también hay personas de otros territorios y, por lo tanto, se está tanteando también esa posibilidad. -
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