- Campeonato del mundo de ciclismo -
El Grillo Bettini toca su mejor sinfonía
·El italiano fue el mejor y se colgó el oro por delante de Zabel, Valverde y un fantástico Samuel Sánchez
BILBO
De genio a genio. De Wolfgang Amadeus Mozart a Paolo Bettini. 250 años después. Salzburgo conmemora el nacimiento del célebre compositor y en la ciudad de la música un virtuoso de la bicicleta se colgó ayer el oro. Paolo Bettini ya se puede retirar tranquilo. El Grillo emuló sobre la bicicleta la mejor sinfonía deMozart y alcanzó su sueño de ganar un Campeonato del Mundo. Un premio merecido pues fue el más ambicioso y el brillante trabajo de sus compañeros de selección fue perfecto en los 265 kilómetros del recorrido. El italiano batió al veteranísimo Zabel, otra vez segundo, y a un Valverde lanzado por un brillante Samuel Sánchez. El asturiano del Euskaltel-Euskadi se sacrificó por su compañero de selección y se clasificó cuarto.Bettini ya lo ha ganado todo. El italiano cerró el círculo a una carrera sobresaliente. Sólo le faltaba el título mundial y ayer enterró ese pero. Y consiguió el oro porque fue el más fuerte, el más listo, y tácticamente no tiene rival.Como siempre, no se escondió y atacó en la última vuelta. Desde luego, no quería llegar en un grupo y menos con Valverde pues el murciano ya le batió con claridad este año en la Lieja. Esa jugada no le salió, pero Bettini es un ciclista de recursos. Por eso, no se dio por vencido cuando un pelotón de hasta 40 corredores enfiló el último kilómetro.
Ataque a un kilómetro
Entonces, surgió un fantástico Samuel y arrastró a Valverde, Zabel y Bettini. El alemán y el italiano son dos perros viejos y no se dejaron sorprender. El podio estaba decidido pero no el orden. Zabel (36 años), Bettini (32) y Valverde (26), tres generaciones y tres grandes corredores. El murciano no tenía piernas después de un esfuerzo continuado durante 265 kilómetros. Quedaban el alemán y el italiano, siempre combativos y ambiciosos. Especies en extinción es un ciclismo de esfuerzos milimétricos. Zabel se lanzó a por la victoria. Pero Bettini es mucho Bettini. El pequeño italiano no podía pasar una oportunidad más. «Ahora o nunca», pensó. Freire, su gran rival, ya le batió en 2001 y entonces se tuvo que conformar con la plata.A Bettini le gusta el dorado.Por eso, lleva unas zapatillas de color oro desde que ganó los Juegos Olímpicos de Atenas. Una vez más, nos deleitó con su punch final y logró un rotundo triunfo sobre Zabel y Valverde, con Samuel cuarto y que se lamentaba sobre la bicicleta. Los australianos McEwen y O’Grady llegaron a dos segundos y Boonen, defensor del título, entró en la novena plaza.
«Campionissimo»
La azzura recuperaba el arco iris que Cipollini ganó en 2002. Bettini, sin duda uno de los mejores corredores de la última década, recogió el testigo de otros campionissimos como Cipollini, Bugno, Fondriest,Argentin, Saronni, Mosser, Gimondi, Coppi o Binda.El podio fue de lujo;Zabel se tuvo que conformar con la plata al igual que en 2004 y ya fue bronce en 2003, y Valverde sumaba un bronce, después de las platas de 2005 y 2003. La carrera respondió al guión. Diez actores secundarios se escaparon de inicio hasta la octava vuelta de un total de doce. Los fuegos artificiales comenzaron en la novena. Cancellara, Di Luca, Pozzato, Gilbert, Kashechkin o Sastre formaron una avanzadilla. Italia lo intentó hasta la extenuación sin suerte. Fue Samuel el que sí sorprendió. Bettini no se descuidó y puso una guinda de oro a una trayectoria impecable.
El ciclista asturiano culmina un 2006 brillante
Samuel Sánchez puso el broche en Salzburgo a una gran temporada en la que ha dado un salto cualitativo importante. Ayer, realizó un trabajo espectacular y atacó en el último kilómetro e impulsó a Bettini, Zabel y Bettini al podio. De la mano de González de Galdeano ha pasado de no saber ganar hasta el año pasado a rendir al más alto nivel en 2006. A sus cuatro victorias hay que añadir su segundo puesto en la Flecha, el séptimo en la Vuelta y el cuarto de ayer. -
Un instinto ganador multiplicado por su fortaleza mental
| PERFIL |
Paolo BETTINI
Edad: 1-4-1974. 32 años.
Lugar nacimiento: Cecina (Italia).
Medidas: 1,69 metros y 58 kilos.
Equipos: MG (97), Asics (98), Mapei (99-03), Quick Step
(04-08).
Palmarés: 57 victorias. Mundial (06), Juegos Olímpicos (04), Copa del Mundo (02, 03 y 04), Lieja (00 y 02), Zurich (01 y 05), Milán-San Remo (03), Hamburgo (03), Donostia (03), Lombardía (05), Campeonato de Italia (03 y 06), Tirreno-Adriático (04), 1 etapa Tour, 2 etapas Giro y 2 etapas Vuelta. Es un ciclista por vocación. No ha parado de dar pedales desde que a los seis años tenía envidia de su hermano Sauro y a su padre, Giuliano, no le quedó más remedio que comprarle una vieja bicicleta roja. Al año siguiente, ya competía y ganó 23 de las 24 carreras que disputó. Tiene un instinto ganador nato. Su trayectoria ha sido en progresión hasta situarse en lo más alto desde 2002. Debutó en el poderoso MG en 1997 y en 1998 se clasificó 7º en el Giro, aunque nunca se ha planteado disputar una gran vuelta, lo que no deja de ser un acierto. Sus cualidades no pasaron desapercibidas y en 1999 recaló en el todopoderoso Mapei donde mandaba un tal Museeuw. Antes de la salida de la Lieja en 2000, el flamenco, que venía de ganar la París-Roubaix, se acercó a su habitación: “Hoy te toca a ti”, le dijo. Seis horas después Bettini alzaba los brazos. «Aquella victoria dio una nueva dimensión a mi carrera y siempre estaré en deuda». A partir de entonces, no dejó de coleccionar victorias en grandes clásicas. Ha mostrado ambición y profesionalidad, de los pocos que aguanta competitivo de febrero a octubre. Sus cualidades físicas son indudables, pero sus rivales le destacan por su confianza y su fortaleza mental. Pese a todos sus triunfos, siempre se muestra risueño en las salidas, y es accesible al público y a la prensa. Es italiano y le gusta ir hecho un pincel y suele lucir una zapatillas doradas en recuerdo a «la hermosa victoria» que logró en Atenas. Su ídolo era Saronni y sus compañeros ideales Paolini y Bramati. Como buen italiano, es un amante de la comedia de su país y de la pizza. - U.I.
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