Es difícil, por lo visto, en el boxeo dar con la distancia adecuada. Quien arriesga y combate con la distancia muy corta sabe que puede acabar noqueado en la lona. Y quien no arriesga difícilmente gana. Ocurre lo mismo en la vida. Así lo entendió el público que abarrotó (las entradas estaban agotadas desde días antes) el Kursaal 2 en el estreno de “La distancia”, de Iñaki Dorronsoro, y ofreció una extensa y sentida ovación.

«Era la primera vez que mostrábamos la película a un público de pago. Habíamos realizado proyecciones para amigos.Era la prueba de fuego y la ovación duró todos los títulos de crédito, fue una ovación realmente larga», dijo su director, el gasteiztarra Iñaki Dorronsoro, que a mediodía de ayer llegó al María Cristina, mientras los principales actores de la película, Federico Luppi, Lluìs Homar, Belén López o el protagonista Miguel Angel Silvestre atendían ya a la prensa y a los amigos que no paraban de felicitarles. Habían pasado doce horas desde el estreno de la víspera y daba la impresión de que la resaca del éxito continuaba.

Una historia compleja

El primer largometraje de Iñaki Dorronsoro impacta por su complejidad narrativa. «En el proceso de escritura que yo utilizo me tengo de enamorar de un personaje. Tenía claro que quería este personaje obsesionado por la culpa, un tipo torturado por los remordimientos por alguien al que ha matado. El boxeo, el lado deportivo de la historia, como metáfora de la vida, vino luego. El tema del boxeador que pierde la distancia pugilística y se acerca a la corta, casi buscando el dolor como un medio de redención, era muy interesante como metáfora. Yfinalmente surgió todo el componente policiaco. Yo tenía una película muy dialogada, quería soltar esos diálogos, pero sin aburrir al espectador. El policiaco es un género que permite el entretenimiento, aun tratándose de un tema serio», dijo mientras repeinaba el flejillo que acentuaba su aire de adolescente.

Iñaki Dorronsoro es de ascendencia de Ataun. Nació en Gasteiz, donde tiene a su familia, y marchó a Madrid para trabajar en la televisión. La única nota discordante de lo que conocemos de su biografía es que en un tiempo entrenó en el boxeo. «Una vez le pillé a Miguel Angel diciendo en una entrevista que el director de la película fue un gran boxeador. Fui muy malo y aquello duró muy poco, dos años, pero lo justo para conocer lo que es el boxeo», dijo. Es evidente que Iñaki no fue un rudo boxeador, pero tampoco Miguel Angel Silvestre da ese perfil en aparencia. Tras el pase del sábado a la noche, el actual título de pesos medios del Estado español llegó a decir que Miguel Angel había sido capaz de aguantar varios asaltos reales.

Los personajes

En la película no hay personajes de una pieza. «Toda persona es paradógica, tiene sus desencuentros, parecemos una cosa y somos otra, somos seres complejos. Yo quería que mis personajes no fueran rocosos, sino que evolucionaran. Creo que el de Raquel es el único personaje que apenas varía, no quiere estar con nadie, no quiere enamorarse, aunque cae en manos de Daniel, pero el resto son cambiantes, los quería sentir vivos. Están en un punto muy extremo con lo que es sencillo que varíen en sus actitudes», afirmó Dorronsoro.

Hubo un momento en que realizador estuvo preocupado por las dimensiones que estaba adquiriendo la trama. «Quería una película pequeña, que no se me fuera de las manos, sobre todo en cuanto metí temas como la corrupción. Creo que la complejidad de la historia ha hecho que muchos productores se hayan echado atrás. Hay que tener en cuenta, además, que las películas de mucha acción o con escenas de deporte presentan una dificultad añadida que asustaba a los que leían el guión», continúa.

La primera versión del mismo la escribió hace diez años. Se ha ido modificando a medida que lo reescribía. «Había momentos en que decidía dejarlo definitivamente, pero siempre me quedada un halo de esperanza. Le daba otra vuelta al guión y lo volvía a intentar, hasta que pude tirar adelante».

Hace diez años Iñaki Dorronsoro acabada de aterrizar en Madrid. «Había finalizado el corto ‘El ojo del fotógrafo’ que parecía mi paso definitivo al cine profesional, pero entré en la televisión, tuve que esperar diez años más», recordó.

El casting

Todo fue relativamente fácil. Tanto Federico Luppi, como Lluìs Homar y José Coronado aceptaron de muy buena gana sus papeles, pero hubo dificultades a la hora de encontrar los actores para los papeles de Daniel y Raquel, sobre todo para el primero. «El actor tenía que funcionar físicamente, pero hay un algo en su mirada que logra transmitir ese punto de congoja que tiene el personaje y los dos o tres momentos en que sonríe lo hace muy bien. Y físicamente no lo puede hacer mejor. Miguel Angel sólo había hecho ‘Vida y color’, pero tiene un tesón de la puñeta», dijo. Una amiga suya le dijo hace unos días que si estaba a gusto con el resultado era suficiente. «Eso no es verdad ­dijo­. Estoy pensando en la recaudación. Es una película modesta, pero tiene que recaudar». Iñaki Dorronsoro ya está trabajando en otro guión de suspense. -