...Y «orson» toco el cielo
Koldo Serra y todo su equipo recibieron ayer una larga ovación tras el estreno mundial de «Bosque de sombras». Familiares, amigos, conocidos y admiradores del trabajo del joven getxotarra abarrotaron el Kursaal 2 con una tremenda expectación, pues las entradas se habían agotado nada más ponerse a la venta.
No sé si Koldo Serra tiene un don especial, no sé si hará dinero con esta película, no sé siquiera si tiene una novia que le mime. Pero puede dormir tranquilo: no le faltan amigos. Por cientos, por miles ¿cuántos caben en el Kursaal 2?, pues ésos y otras cuantas docenas más que se sentaron en el suelo, llegaron de todas partes; de su pueblo, Algorta, de Bilbo, del resto de Euskal Herria, de Madrid, de Galicia y hasta de Granada. Y hubo más que calor en el estreno de “Bosque de sombras”, un thriller rural lleno de tensión y bien difícil de rodar.Con la sala a tope y un ambientazo imposible de describir, una larga ovación recibió a Koldo Serra, “Orson” para los amigos, vestido con vaqueros azules y chaqueta, corbata y camisa negras. Acompañado de alguno de sus actores, el realizador getxotarra recibió hasta gritos de ¡guapo! cuando salió a presentar la película. «Me siento como Buenafuente diciendo un monólogo», confesó. Y mandó un saludo a sus padres y hermanos. «La película no es de llorar, pero si veis a alguien llorando, ése es mi hermano. Podéis darle un capón».
Todos en pie
Tiene temple, Serra. Poco antes del estreno, le pillamos realizando la séptima entrevista del día y nos dijo que estaba muy tranquilo. Sereno, pero encantado, se mostró también al finalizar la película, cuando la sala entera se puso en pie para aplaudir y fue fundiéndose en un abrazo con todos los actores, y había muchos, y resto del equipo. No estaban Gary Oldman ni Aitana Sánchez Gijón, pero, como dijo Serra, «han venido todos los buenos». Se refería, entre otros, a Lluis Homar, Jon Ariño, Kandido Uranga, Patxi Bisquert, Virgine Ledoyen o la niña Yaiza Esteve.Atodos ellos, y también a los productores, hizo salir al escenario este «pequeño gran hombre», como le describió Lluis Homar. Y Koldo agradeció a todos los familiares estaban hasta los abuelos, y amigos su presencia. «Creo que hay dos personas que no conozco. El resto sois de la familia», dijo ante las miles de personas que le aplaudían. «Os prometo que no voy a volver al monte nunca», bromeó luego, en referencia al duro rodaje que sufrieron en los bosques navarros. Los txalapartaris de Oreka Tx, que han puesto su parte en la banda sonora, salieron contentos de la proyección. «Transmite nerviosismo, es entretenida y muy recomendable». Alex Angulo la había visto antes, pero aún así salió impresionado. «Es una historia muy interesante, que Koldo la cuenta muy bien con muy pocos medios. Hay que verla. Yo creo que va a llenar muchos cines». Entusiasmado encontramos también a Francis, el cantante de Doctor Deseo. «Me ha parecido potentísima. Los momentos lentos son realmente tensos, los momentos de acción pillan una velocidad impresionante, es algo diferente a lo que se ha visto en el cine español. Todos los recursos están muy bien utilizados para una historia kañera, muy kañera». Con Francis iba Mikel Clemente, que algo sabe de cine tras realizar los making off de numerosas películas. «Yo no voy a ser objetivo, ni quiero serlo, pero te voy a ser sincero: que Orson, un chaval de Algorta al que le hemos visto crecer, haya conseguido estrenar un largometraje, tal y como están las cosas en la industria, ya me parece un mérito. Pero, además, me esperaba un juego de cine, de los que le gustan a él, con muchos guiños y mezcla de estilos. Y me he encontrado con cine clásico, con unos personajes, unos sentimientos humanos y un realismo acojonantes». «Yo no soy muy objetivo, porque soy colega suyo, pero me ha gustado mucho decía Asier Gallastegi, llegado de Bilbo. Tiene buen ritmo, me ha enganchado mucho y está muy bien reflejado el tema del grupo, la convivencia, la pareja...». Tocando el cielo, aunque quitándose importancia «ya sabes, los amigos te aplauden aunque lo hagas mal», vimos irse a “Orson” con todo el séquito de actores, músicos, padres, hermanos y amigos, hacia la discoteca Bataplán, donde la fiesta se prolongó, suponemos, hasta la madrugada.
Rosas y libros
Un buen broche para un día que había comenzado con rosas blancas con Pilar Bardem y Saramago repartiéndolas en apoyo a la plataforma Ahotsak y con toda la animación propia de un domingo del Zinemaldi. Porque, como dice la veterana Nuria Vidal, «este es uno de los pocos festivales que todavía conserva una cosa que es fundamental: que puedes hablar con los amigos, que te los encuentras, que es humano». Lo dice alguien que ha cubierto los principales festivales del mundo durante muchos años. «En Cannes y en Venecia no hay público, son festivales para la industria; Berlín y San Sebastián tienen público y sin público no existirían. Y que haya público es una maravilla, porque es lo que hace que este festival sea una cosa viva». Nuria Vidal ha plasmado todas sus experiencias festivaleras en “La vuelta al mundo en 20 festivales”, un divertido libro que ayer presentó en compañía de otros dos veteranos: Jaume Figueras y Juan Francia. Este último dio su visión sobre los festivales por dentro: «hay un montón de tribus endogámicas que normalmente no se dirigen la palabra, hay mucho snob, mucho idiota». Pero, aún así, nos gusta. «Tenemos el privilegio de acceder a unos ámbitos del cine cerrados para otros». Devocion por Neil Young y Alfonso Cuaron
Jonathan Demme ha decidido regresar al cine musical, uno de sus géneros predilectos, y lo ha hecho con ‘‘Neil Young: Heart of Gold’’, una «película- performance», como quiere definirla su autor, dado que fue su grabación la que propició el concierto que en ella se escucha y no a la inversa. El autor de ‘‘El silencio de los corderos’’ presentó ayer su trabajo en la sección Zabaltegi. Neil Young es uno de los artistas favoritos de Jonathan Demme, de ahí que le haya dedicado esta película. Otro de sus mitos es el mexicano Alfonso Cuarón, según desveló ayer en Donostia. Su entusiasmo por éste y su último filme ‘‘Hijos de los hombres es tal que el neoyorkino llegó a hablar casi más de ella que de su propia película en el encuentro que mantuvo con la prensa. Tampoco perdió la ocasión para denunciar la política de EEUU. ‘‘Neil Young: Heart of Gold’’ es, precisamente, dijo, «un filme positivo sobre América, separado del mundo alocado que ha creado Bush». -
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