Conocí personalmente a Jesús Bueno Asín hace poco más de un año. Sabía de su trayectoria política y varias personas me habían aconsejado hablar con él para la preparación del libro sobre la transición en Nafarroa que entonces ultimaba. Por suerte les hice caso: no sé qué habría sido del libro de no haber mantenido aquella larga conversación con Bueno Asín. Si alguien conocía no sólo infinidad de datos y anécdotas, sino muchas de las claves de lo que ocurrió en aquel período era él. Su análisis iba más allá de los acontecimientos y se prolongaba hacia la psicología de los principales protagonistas pasando por un certero análisis de las relaciones de poder que tan decisivas resultaron. Gracias a esta entrevista pude saber más de las maniobras sucias que dejaron a Navarra en manos de la derecha españolista, porque Jesús, alejado de la política activa durante muchos años, había tenido tiempo para observar los hechos con cierta distancia, y tenía claro que el juego sucio había sido clave. Me llamó la atención que prestara tanta atención al panorama político y sentí que estaba ante una persona muy despierta y con una penetrante capacidad de análisis. Más tarde volvimos a vernos y tuve oportunidad de escuchar sus opiniones sobre el libro, las alabanzas y las críticas, que de todo hubo.
No pude escuchar su intervención en el acto organizado por 18/98 y + en Burlata, pero me contaron lo que dijo acerca de la reforma y las actitudes de unos y otros en los primeros años del postfranquis- mo, y no me sorprendió. Pocas veces alguien que haya tenido responsabilidades políticas afronta su trayectoria personal con verdadera capacidad autocrítica, pero Bueno Asín lo hizo. Lo hacía en privado y no dudó en hacerlo en público. No era una pose: simplemente estaba convencido de que sólo un cambio en profundidad podía abrir nuevos caminos en la política navarra. Nadie definiría a Bueno Asín como un extremista, pero yo sí diría que su visión de la realidad era radical en el sentido originario del término, esto es, dirigida a la raíz de las cosas y no sólo a sus manifestaciones superficiales.
Bueno Asín no podrá vivir estos meses próximos tan importantes para el futuro de Nafarroa. Pero su trayectoria y sus reflexiones son una pista para lograr que esta vez sea la definitiva y Nafarroa encuentre el lugar que le corresponde en una Euskal Herria libre y en paz. -