Hemos convocado para el próximo domingo una manifestación en Legutiano, para exigir al Gobierno Vasco y al Ministerio de Fomento la paralización de la «Y vasca» y la apertura de un proceso participativo de información, debate y decisión popular sobre este macro-proyecto que suscita un fuerte desacuerdo en la sociedad.
En efecto, expresamos nuestra más firme denuncia por la gravedad de la situación actual en que los gobiernos persisten en una actitud nefasta de prepotencia y el proyecto del TAV continúa impunemente su marcha.
El alarmante cariz que vienen tomando los acontecimientos no solamente se ve confirmado por el reciente anuncio de licitación de obras en nuevos tramos de la «Y vasca», con un importe de 354 millones de euros; sino que alertamos ante el peligro inminente de que a partir del mes de octubre se desarrollen las obras del TAV adjudicadas anteriormente por el Ministerio de Fomento, entre los municipios de Arrazua-Ubarrundia y Legutiano.
Asistimos a una oposición creciente a este proyecto, impuesto sin haberse sometido a ningún de- bate social y que afecta además a la práctica totalidad de Euskal Herria, en la medida en que junto con la denominada «Y vasca» también se nos quie- re imponer el Corredor Navarro del TAV y la nueva línea TGV en Iparralde, que está suscitando igualmente una fuerte contestación.
Debemos oponer a la imposición la fuerza de la legitimidad que otorga a esta lucha la consulta popular sobre el TAV realizada el pasado mes de junio por el Concejo de Urbina. El pronunciamento del pueblo de Urbina sobre el TAV ha sido ejemplar, al poner de manifiesto la voluntad de sus habitantes de decidir, así como la rotunda oposición de la población a esta infraestructura. Es necesario pues acabar con la imposición de este destructivo proyecto que ocasionaría graves repercusiones sobre nuestro entorno social y medioambiental, para que la población tenga derecho a debatir y decidir sobre cuestio- nes que afectan de manera rotunda a sus condiciones de vida, fomentando la participación directa de los pueblos y barrios afectados en las decisiones.
Junto con ello, es preciso que la sociedad vasca, toda ella, asuma el debate sobre esta polémica infraestructura, ya que dentro de esta cuestión se encierran muchas de las claves del modelo de sociedad que queremos para nuestro país. Paralizar el TAV es una tarea urgente e imprescindible de todos los sectores sociales que cuestionan la actual sociedad explotadora y despilfarradora, apostando por un modelo radicalmente diferente que se asiente sobre criterios de justicia social y equilibrio ecológico.
Por último, denunciamos las supuestas «campañas informativas» del Departamento de Transportes, porque éstas se han revelado como descaradas campañas propagandísticas que ocultan bajo un maquillaje demagógico y absolutamente engañoso los enormes impactos ambientales, sociales, agrarios, económicos y territoriales del TAV. En particular, el pseudo-argumento más repetido a favor del TAV como el de reducir el trafico de camio- nes es una gran falacia: en realidad, los planes de infraestructura contemplan además del TAV un incremento espectacular del transporte por carretera, certificando aún más si cabe el carácter desarrollista e insostenible de la política institucional.
Subrayamos la importancia del momento actual para extender el movimiento de oposición al TAV e intensificar la lucha por la paralización de la «Y vasca». -