CIUDAD DE MEXICO
México sacó provecho de que el Mundial se ha jugado en tierras aztecas para imponerse en el medallero final del Mundial de pelota 2006 que concluyó el domingo pasado. Por primera vez en la historia, los centroamericanos consiguieron un total de seis medallas de oro, con lo que doblaron las conseguidas por los estados español y francés que, pese a conseguir mayor número de metales, han sido relegadas a la segunda y la tercera posición, consecutivamente.La última presea que cerró el medallero mexicano la consiguieron en frontenis masculino, a través de Alberto Rodríguez y Gustavo Miramontes, quienes superaron a la dupla española integrada por Jorge Frías e Iván Martínez por un marcador de 30-4. Fue tal la alegría que el caliente público mexicano invadió la cancha para abrazar a sus ídolos y celebrar el título absoluto del mundial.
La superioridad mexicana en esta disciplina ha sido absoluta, ya que México se hizo también con el título en categoría femenina con la victoria de Guadalupe Hernández y Paulina Castillo ante las españolas Raquel Mico e Izaskun Hernando por marcador de 30-21, defendiendo un título que pertenece a México desde 1988.
El trinquete ha sido otra de las claves de la victoria de la delegación mexicana, con los dos oros de mano en categoría masculina. Loquillo López fue el vencedor en mano individual, tras vencer en la final a Unai Alvarez (Estado español) por 40-18, mientras que Angel Chato Sarralde y Pedro Santamaría ganaron por parejas.
La selección española fue segunda en el medallero con tres oros en las categorías donde no podía fallar, en mano inidividual con Irigoien y parejas con Navarro-Abad y pala corta (Urriza y Velilla, 40-25, contra Latxage y Laffite). La segunda posición en el medallero la consiguieron merced a las ocho platas obtenidas.
Francia, también consiguió tres medallas de oro, las tres en finales ante España cesta punta (35-32), xare (40-18) y paleta goma femenina trinquete (30-28). Pero pese a conseguir más metales que la delegación hispana 13, la mayoría de ellas fueron bronces, seis, y sólo cuatro platas, por lo que se vio relegada a la tercera posición.
Entre las delegaciones más modestas, Argentina fue la cara con dos oros, mientras que la decepción la firmó Cuba, que acusó la falta de Waltary.