Las posiciones se enconan tras las elecciones en Bosnia
La misma comunidad internacional que condenó a Bosnia a la partición con los Acuerdos de Dayton de 1995 asiste a la consolidación de ese status quo elección tras elección. Frente a la mayoría bosnia, que exige acabar con esta situación, el futuro presidente serbio amenaza con un referéndum. Y muchos croatas amenazan con imitarle.
SARAJEVO
El bosnio Haris Silajdzic, primer ministro durante la agresión militar de Serbia y Croacia contra la república en la primeros años de la década de los noventa, venció con claridad en los comicios y ocupará un sillón de la Presidencia tripartita.Silajdzic ha defendido durante la campaña electoral la racionalización de las instituciones en Bosnia, donde junto a la presidencia tripartita conviven mejor malviven la Federación Bosnio-Croata y el ente serbio en Bosnia (República Srpska). Firmante de los Acuerdos de Dayton, ha pedido la supresión de ambos entes y su fusión en uno solo. Más ajustada, pero reconocida por sus rivales, fue la victoria del serbio Nebojsa Radmanovic, cuya formación socialdemócrata rechaza una eventual disolución de la República Srpska y amenaza con convocar un «referéndum de independencia». Finalmente, el pancroata Ivo Miro Jovic, del HDZ, perdió frente a Zeljo Komsic, quien representa un partido multiétnico cuya principales fuerza electoral es de nacionalidad bosnia. El HDZ, que exige la creación de una entidad croata separada, no tardó en negar «autoridad moral para representar a los croatas» a Komsic por haber sido elegido por electores de otras comunidades.
Preocupación de los expertos
Algunos analistas constatan la «radicalización política en Bosnia» tras unos comicios que presentan como «referendos comunitarios» y advierten del riesgo para la paz de una cercana retirada internacional.
Gran problema para la UE
Impertérrita, la UE evocaba ayer la posibilidad de reducir sustancialmente sus efectivos en Bosnia. Asimismo, anunció recientemente la retirada en junio de 2007 del representante internacional en Bosnia, el alemán Christian Schwarz-Schilling. Todo ello con la negociación sobre Kosovo al rojo vivo. Y con los serbios de Bosnia esperando. -
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