Zapatero recurre a Blair para afianzar su estrategia y poner en evidencia al PP
En un momento en que el proceso atraviesa una fase de bloqueo admitida por él mismo, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, recibirá hoy en Madrid a su homólogo británico, To- ny Blair, para abordar cómo afrontar la situación en Euskal Herria desde la experiencia irlandesa. En la víspera, ambas partes admitieron las similitudes entre los conflictos y subrayaron que la mayor diferencia es que la oposición española no apoya al Gobierno.
MADRID
José Luis Rodríguez Zapatero indicó ya tras el alto el fuego de ETA que había mantenido una intensa interlocución con el jefe del Gobierno británico, Tony Blair, para conocer cómo logró afianzar el proceso de paz en Irlanda y extraer consecuencias aplicables en Euskal Herria. Sin embargo, será hoy la primera vez que ambos mandatarios escenifiquen esta colaboración, en una reunión que celebrarán en Madrid.
El presidente español tratará de utilizar la visita para afianzar su estrategia. Así, en los últimos días, desde fuentes de La Moncloa se ha destacado que fue Blair quien aconsejó a Zapatero abrir un «canal reservado» de comunicación con ETA, así como restar importancia a la cuestión de la entrega de las armas, que estuvo a punto de llevar al colapso el proceso irlandés.
Posiblemente, Zapatero tratará además de argumentar, a partir del mensaje que lance Blair, que el proceso de paz irlandés no ha tenido contenido político, aunque el punto de partida del mismo fue la Declaración de Downing Street residencia oficial del entonces primer ministro británico, John Major, de 1993, en la que se reconocía el derecho de la ciudadanía irlandesa a decidir su futuro. Posteriormente se logró un nuevo consenso entre todos los partidos reunidos en el Stormont (el llamado Acuerdo de Viernes Santo, aprobado luego en referéndum) que provocó un intenso cambio incluso en el esquema institucional irlandés.
En la víspera de esta visita de Blair a Madrid, ambas partes insistieron en que se trata de procesos distintos, pero con evidentes similitudes. La diferencia principal, según se subraya desde La Moncloa, es que en el caso de Londres los dos grandes partidos (conservadores y laboristas) trabajaron juntos, mientras que en Madrid el PP se opone de forma frontal a la estrategia del PSOE.
Fuentes de La Moncloa alegaron que la agenda del primer ministro británico está muy cargada para explicar que «será muy difícil» que Blair pueda reunirse con algún representante del PP o incluso con José María Aznar, su compañero de foto en la cumbre de las Azores que puso en marcha la guerra de Irak.
Desde el Gobierno español se resalta que las aportaciones de Blair a Zapatero han sido «extraordinariamente valiosas» y de «enorme interés». Entre éstas citan la concepción de que estos procesos son «largos, duros y difíciles» y tienen numerosos «altibajos».
El Gobierno británico busca información en Euskal Herria
Blair no sólo cuenta con la información sobre Euskal Herria que le proporciona el Gobierno español, sino que ha enviado a varias ocasiones a miembros de su embajada para realizar entrevistas con partidos y otros agentes en busca de reflexiones y datos. En estas rondas se incluye sólo a «partidos legales», según se detalla. La directora de Comunicación y agregada política de la embajada, Sarah Dickinson, confirmó ayer que hace esta labor «cada dos meses o así», hablando también con empresarios, políticos o académicos para «hacerse una idea amplia de la situación». La última vez fue la pasada semana. -
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