¿Por qué tienen tanta cabida los supuestos filósofos del pensamiento más reaccionarios? ¿Por qué les dan tanto espacio a los portavoces del delirio apocalíptico? Y así hasta el infinito. Por secciones. El sexo, así sin adjetivos, es una de las funciones que los mamíferos tienen asignados genéticamente. Dentro de los bípedos hablantes, es una función reproductora, y una fuente de placer. El clítoris, aseguran los anatomistas, solamente existe para dar placer. No tiene más funciones. Pues, bien, escucho en un programa de madrugada de Antena 3, al señorito Bueno, Gustavo de nombre, como su papá, despotricar sobre el sexo en Internet, diciendo poco más o menos, que el sexo es exactamente igual de nocivo que las drogas. Y, por lo visto, que la filosofía que ha estudiado este cínico de la caverna.

Porque el planteamiento era muy sencillo: crecen de manera casi geométrica las secciones de contactos por Internet, las webs en las que se puede hacer sexo a distancia, para mirones y para exhibicionistas. Gente que vive de ello, simplemente con una web.cam en su casa. Además, en el plató junto a un siquiatra cafre, es decir un siquiatra castrador, retrógrado, el filósofo y una santa mujer, se oponían unos jóvenes que han hecho de su cuerpo una fuente de placer, que juegan al sexo a muchas bandas, que no se inhiben y que lo cuentan sin remordimientos. Y ahí se creó el cisma. Y si les hacemos caso a los castos, hay que prohibir todo el sexo por Internet, por televisión. Hay que prohibir, así se llenarán las consultas de los siquiatras. Muy viejo todo. Y Teresa Viejo, allí en medio, sin colocarse en ningún lugar.

Por cierto, ¿de qué hablan en “Maracaná”? Ya sé, hablan del Madrid. Y se ríen mucho. ¿De qué se ríen? Me parece que es un programa fallido, que por mucho que intentan dotarle de ritmo y gracia, se ha quedado en una nada con chicas moviendo el esqueleto como si de un puti club americano se tratara. Un descerebre más. Lo que sucede es que lo vemos esperando a Eva Hache, la mejor, sin dudas, con el mejor equipo. Yo me lo paso fantástico. Me siento querido, amado, bien tratado por todos. Es un programa amoroso. El resto es simplemente un entretenimiento. -