MADRID
La única comparecencia pública de Tony Blair durante su visita relámpago a Madrid se limitó a expresar un catálogo de buenas voluntades y, sobre todo, a contrarrestar la estrategia de oposición del PP (aunque sin citarlo) frente a la política del PSOE en Euskal Herria. Así, el primer ministro británico incidió en que «siempre merece la pena intentarlo» y recordó que en el caso del proceso irlandés al principio también mucha gente afirmaba que no funcionaría y tildaba de «ingenuos» a los mandatarios de Londres.Como método, Tony Blair propuso a su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero, utilizar lo que denominó como «determinación muy paciente». En una comparecencia conjunta ante los medios, le alentó a mantener la intención de lograr el objetivo, pero entendiendo que a veces se avanza deprisa y otras no tanto. Dijo incluso que en ocasiones parece que el proceso se apaga «pero muchas cosas acaban cuajando».
«Para nosotros, eso funcionó, aunque durante todo el camino había gente que nos estaba diciendo que no iba a funcionar o que todo se venía abajo y que éramos unos ingenuos argumentó el líder laborista. Pero si uno cree en lo que hace, sigue adelante».
En la misma línea, añadió que «mi experiencia me ha enseñado que, a veces, parece que hay un bloqueo o uno se desvía del camino que quiere tomar, pero todo ello forma parte natural de estas resoluciones de conflictos que duran mucho tiempo».
Sin entrar en contenidos
Blair eludió en todo momento entrar en los contenidos concretos que debe tener un proceso de solución en Euskal Herria, calificando estas cuestio- nes de «internas». En el otro lado de la moneda, el líder británico tampoco hizo suyos argumentos habituales del Gobierno español, como el de «la paz no tiene precio político». Fuentes cercanas a La Moncloa habían insinuado la posibilidad de que Blair pudiera apuntalar este tipo de mensajes en su visita, pese a que en el caso irlandés el proceso de paz tuvo una clara componente política desde el punto inicial, la Declaración de Downing Street.Zapatero, por su parte, no hizo más que agradecer de forma ferviente tanto la presencia de Blair en Madrid como el apoyo dado desde antes del alto el fuego de ETA.
El mandatario del PSOE reiteró que la aportación de Blair le resulta «muy útil» y que en la reunión celebrada ayer en el Palacio de La Quinta le había pedido «consejos» y había recibido a cambio «mucha información» sobre el caso irlandés.
«Le agradezco públicamente el apoyo que siento hacia nuestro Ejecutivo por parte de su gobierno en un proceso difícil, complicado, como es un proceso de paz ante un grupo terrorista». Al margen de eso, Zapatero no dio detalles de la situación actual, pese a las preguntas, al margen de reiterar que el proceso será «largo, duro y difícil. Tendrá altibajos, pero el objetivo es tan importante para Euskadi y para el conjunto de España que va a continuar, merece la pena», añadió.
El PSOE insiste en Europa
Mientras tanto, PSOE y PP protagonizaron ayer en la Eurocámara de Bruselas un nuevo rifirrafe a cuenta del debate que tendrá lugar el próximo 25 de octubre en el Parlamento Europeo. Ambas formaciones se lanzaron duras acusaciones durante unas jornadas sobre «la lu- cha contra el terrorismo».El eurodiputado del PSOE Antonio Masip reclamó a los presentes su apoyo a la política de Zapatero para «acabar con la última organización terrorista de Europa» y les pidió que «no se dejen llevar por esos cantos de la extrema derecha que, desgraciadamente, están confundiendo a una parte de la opinión pública europea».
«Lo mismo que emponzoñan el proceso de paz los terroristas lo emponzoñan también esos resquicios del viejo franquismo que sólo quieren el enfrentamiento y no quieren la reconciliación en España», prosiguió.
La respuesta del PP llegó de la mano de su parlamentario Agustín Díaz de Mera, quien afirmó que «ese llamado proceso de paz impuesto por ETA que los españoles llaman, con propiedad, el proceso de rendición del Estado, es un proceso de indecencia y de humillación a las víctimas».
En su turno, el eurodiputado del PSOE Javier Moreno no quiso entrar en la «visión surrealista» del representante del PP, y destacó que el «aliento, respaldo y solidaridad de todos los europeos es imprescindible para lograr el final del terrorismo de ETA. Por eso es necesario que el debate con resolución que se celebrará en esta Cámara el 25 de octubre se concluya con un rotundo respaldo del Parlamento Europeo al proceso de paz, como se hizo con el proceso irlandés en 1998 tras el Acuerdo de Viernes Santo».
