DONOSTIA

El Departamento de Trabajo, Empleo y Seguridad Social deLakua, por su parte, afirmó que la salida de ELA supone «un inconveniente más en el ya de por sí difícil momento por el que atraviesa el diálogo social y las relaciones entre los diferentes agentes sociales». La Consejería que dirige Joseba Azkarraga estimó que «no ayuda tampoco a resolver la crisis generada dentro del propio organismo a resultas de la dimisión de su presidente, Martín Auzmendi».

La responsable de Política de Empleo de LAB, Garbiñe Aranburu, señaló que la decisión «unilateral» de la central abertzale de abandonar el CRL es «legítima» pero «no compartida» por su sindicato que propone, como alternativa, realizar «una reflexión política más profunda» respecto al funcionamiento de los órganos sociolaborales, «pero no sólo del CRL, sino el CES, Hobetuz u Osalan».

Según Aranburu, «son órganos que han dejado de ser eficaces, básicamente, por el agotamiento del marco jurídico, es decir, la falta de competencias en el ámbito socio-laboral, y, por otro lado, por la actitud de la patronal, que tiene ningún interés en abordar los problemas de la clase trabajadora, como la precariedad o la siniestralidad».

UGT aseguró que ELA pretende, con su decisión, culminar una estrategia destinada a «impedir el dialogo social», por lo que le acusó de «instrumentalizar» ese órgano «en beneficio propio».

«Golpe de efecto»

Por último, el director de Relaciones Laborales de Confebask, Jon Bilbao, calificó la noticia de «golpe de efecto» y «huida hacia adelante» y afirmó que no va a tener «demasiada repercursión» ni en el organismo sociolaboral, ni en la negociación colectiva. Señaló que sólo supondrá que ya no hayan acuerdos interconfederales, «de los que la ley les da carácter de convenio colectivo», al no conformarse las mayorías suficientes.