BOGOTA
El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, mostró ayer su disposición a reunirse con la dirección de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para «dar un paso fundamental que permita un eventual proceso de paz con la guerrilla». No obstante, el presidente indicó que en caso de darse ese encuentro «debe tener limites de tiempo» para evitar que las FARC «utilicen los acercamientos para fortalecerse militarmente».
Además, en un comunicado publicado el pasado lunes, Uribe autorizó al Alto Comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, a que busque un consenso con las FARC sobre las condiciones que deberán regir la «zona de encuentro» exigida por esa guerrilla para negociar un acuerdo sobre el intercambio de secuestrados por guerrilleros presos. La declaración de Uribe concreta que la zona de encuentro puede contar «con garantías de buena fe que además deberían incluir un cese de hostilidades, limitaciones de tiempo y los requisitos que propusieron los tres países europeos (estados español y francés y Suiza). Los gobiernos de esos países, que conformaron una comisión internacional el pasado diciembre, sugirieron como sede de diálogo una aldea en el sudoeste de Colombia, previa una retirada de la Fuerza Pública y con la participación de la comunidad internacional como instancia de verificación.
El comunicado fue divulgado horas después de que la organización insurgente publicara una carta abierta en la que propone a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial una agenda para una salida negociada al conflicto.
El acuerdo humanitario propone la liberación de 59 dirigentes políticos, policías militares y civiles en poder de las FARC a cambio de más de 500 guerrilleros presos.
La principal guerrilla de Colombia solicita para materializar el canje la desmilitarización durante 45 días de dos municipios del departamento del Valle del Cauca. Otra de sus demandas para iniciar conversaciones de paz es que el Ejecutivo desmilitarice los departamentos de Caquetá y Putumayo, al sur del país y próximos a la frontera con Ecuador.
Uribe, por su parte, califica de «viable» crear una Asamblea Constituyente, pero condiciona este proceso a que las guerrillas (ELN y FARC) abandonen antes las armas.