La UE aplicará un arancel del 16,5% al calzado chino y del 10% al vietnamita
La Unión Europea ha acordado una nueva medida «antidumping» a la importación de calzado de cuero desde China y Vietnam al que se aplicará un recargo arancelario del 16,5% para el primer caso y del 10% para el segundo durante un periodo de dos años. El nuevo régimen empezó a aplicarse ayer sábado, una vez que expiró el sistema temporal en vigor. El acuerdo fue sacado adelante con una estrecha mayoría de trece votos frente a doce.
LUXEMBUGO
El acuerdo, que incluye también el calzado infantil, tal y como solicitaba el Estado español, fue alcanzado el miércoles en una reunión de embajadores y fue respaldado definitivamente el jueves por los ministros europeos de Interior, reunidos en Luxemburgo. De esta forma, se establece un sistema arancelario alternativo al régimen temporal y progresivo que se puso en marcha el pasado mes de abril y que a día de hoy imponía tarifas del 19,4% para la importación de calzado desde China y del 16,8% para el de Vietnam. Esta medida se impuso después de la investigación que llevó a cabo la Comisión Europea y que demostró que existe una fuerte intervención del Estado en los dos países asiáticos que provoca que los zapatos se vendan en Europa por debajo de su coste de producción. Sin embargo, se trataba de un sistema temporal que expiró el viernes y que, en ausencia del régimen alternativo que se aplica desde ayer, hubiese dado lugar a la total liberalización de este comercio. A pesar de la urgencia que implicaba la conclusión del sistema actual, el acuerdo no fue fácil de alcanzar entre los estados miembros, muy divididos entre aquellos que, como el Estado español o Italia, tienen una importante industria productora y están a favor de la imposición de tarifas, y otros como los nórdicos, más potentes en la distribución y defensores de la liberalización.
Larga negociación
Estas divergencias se han reflejado a lo largo de meses de negociación durante los cuales la Comisión Europea presentó dos propuestas que fueron rechazadas. A pesar de ello, la segunda 16,5% de recargo para el calzado chino y del 10% para el vietnamita ha sido precisamente la solución alcanzada, aunque con una disminución de un periodo de aplicación, de cinco a dos años. La variación de cinco a dos años en el periodo de aplicación del nuevo sistema de recargos arancelarios fue propuesta por el Estado francés en una reunión celebrada la última semana de setiembre. Fuentes de la delegación española señalaron que cuando transcurra este periodo se hará una nueva revisión sobre si las medidas siguen siendo necesarias o no, y subrayaron que este periodo de análisis suele durar seis meses, lo que hace previsible que el periodo de dos años se amplíe hasta los dos años y medio. El acuerdo que formalizaron el jueves los ministros ha estado precedido por varias reuniones de representantes de los estados miembros para tratar de alcanzar un consenso que no llegó hasta ese día, con una estrecha mayoría de 13 a 12. Las mismas fuentes indicaron que la mayoría simple se alcanzó con el voto favorable de nueve países Italia, Portugal, Polonia, Hungría, Grecia, Lituania, Eslovenia y los estados español y francés y la abstención de otros cuatro Austria, Eslovaquia, Malta y Chipre. Los 12 restantes votaron en contra de la medida. El portavoz de Comercio de la Comisión Europea, Peter Power, afirmó tras una reunión fracasada de la semana anterior que la negociación sobre el arancel de los zapatos «es mucho más complicada y política de lo que nunca hubiésemos imaginado», debido a que ha dejado de ser meramente técnica para convertirse una cuestión de política interna de los gobiernos europeos, que «encuentran muy difícil moverse de sus posiciones».
Minoristas y consumidores pidieron que no se impusieran nuevas tarifas
BRUSELAS Organizaciones de consumidores y minoristas del calzado de Irlanda, Estado francés, Dinamarca, Países Bajos y Gran Bretaña reclamaron a Bruselas, antes del acuerdo adoptado el jueves, que no impusiera más medidas «antidumping» a las importaciones de China y de Vietnam en base a lo que estimaron presuntas irregularidades y para las que solicitaron nuevas investigaciones. Respecto a los estados productores que votaron a favor de las medidas, la Organización Europea de Consumidores (BEUC) y una asociación europea de minoristas, Eurocommerce, dijeron que «algunos productores de Europa están intentando estrangular la reforma comercial para proteger a pocas empresas no competitivas». En este contexto, reclamaron al comisario de Comercio, Peter Mandelson, que «se enfrente a los intereses creados que evitan que los consumidores de Europa se beneficien del comercio mundial». En lugar de un nuevo sistema de medidas «antidumping», solicitaron «una nueva investigación» y una reforma del «anticuado sistema ‘antidumping’» de la UE debido a que existen «dudosas demandas contra competencia desleal de las que demasiado a menudo se abusa para justificar tarifas en detrimento de los consumidores, particularmente de los más pobres». Consumidores y minoristas temen que la imposición de nuevas tarifas haga subir los precios del calzado importado, con un «impacto en detrimento del mercado de zapatos de la UE». Jim Murray, director de BEUC, declaró que «es esencial poner a los consumidores en el corazón de la política comercial y la revisión de la Comisión debería tratar de lograrlo».
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