El proyecto de ampliación de la conexión entre la playa de Ereaga y el Puerto Viejo de Algorta supone rellenar una superficie de 1.500 metros cuadrados que hasta ahora ha ocupado la mar y afecta a elementos protegidos del patrimonio histórico.

Iñaki Zarraoa, alcalde de Getxo (PNV), define como «error admisible» el hecho de que el Ayuntamiento no solicitara, con carácter previo, permiso al Servicio de Patrimonio del Departamento foral de Cultura. Cuestionado sobre si los responsables municipales se han movido, en la medida que los vecinos han dado pasos, Zarraoa refiere que, «en ocasiones, las administraciones, bien sus técnicos o bien sus responsables políticos, pueden iniciar procesos sin haber tenido en cuenta todas las circunstancias que intervienen en los mismos. Cuando diseñamos el proyecto de La Ola-Puerto Viejo no se cayó en la cuenta de que, al estar declarada la zona de protección, había que solicitar previamente la autorización de la Diputación foral».

Añade el alcalde que «una vez conocida esa situación, nos pusimos de inmediato en contacto con la Diputación y recibimos al instante su visto bueno oral, que se confirmó posteriormente con el permiso escrito, antes del inicio de las obras». Califica esto de «error admisible», ya que «parece que la declaración de patrimonio histórico-artístico afecta más a construcciones y elementos urbanísticos de más calado e importancia que un muro, pero reconocemos el error inicial cometido, aunque corregido antes del inicio de las obras».

Josu Amezaga, electo por la plataforma ilegalizada Getxo Bizia, valora que «desde un primer momento, el Ayuntamiento ha abordado esta obra como si se tratase de algo menor, similar el pavimentado de una acera. No han tenido en cuenta lo que establece el PGOU sobre el carácter peatonal de esa vía; la memoria del proyecto habla de ampliar la acera manteniendo la carretera y, es después de que nosotros sacamos a la luz lo que establece el Plan General, cuando reformulan el proyecto y ya no diferencian el espacio peatonal de la carretera, redefiniéndolo como espacio mixto».

Critica Amezaga que se opera en una zona protegida como monumento histórico. «Solicitaron el permiso con posterioridad a nuestra denuncia, pero con la obra ya concedida a una empresa. Además, no tuvieron en cuenta la obligatoriedad del trámite de exposición pública de toda obra en una zona de dominio público marítimo-terrestre, ni la necesidad de hacer un estudio de la dinámica del litoral y de los efectos de las actuaciones previstas», añade.

A vueltas con el voladizo

Tampoco hay estudio de impacto ambiental. «Si esta obra la hubieran abordado desde el principio con mayor atención a sus implicaciones, el resultado sería bien distinto», sostiene.

En cuanto a la alternativa de un voladizo, como solución menos traumática, Iñaki Zarraoa asegura estar absolutamente convencido «de que la alternativa del voladizo es mucho peor que la adoptada, no solamente en lo económico. Las laderas de Getxo son inestables y construir un voladizo obligaría a introducir vigas de apoyo por debajo del acantilado, con los riesgos que ello comporta. Por otra parte, el sistema de voladizo habría obligado a levantar el vial y a interrumpir el acceso al Puerto viejo durante un largo tiempo, con las incomodidades correspondientes».

El portavoz de Getxo Bizia cree que se ha optado «por la peor» de las alternativas. «Convertir la actual vía en un espacio peatonal, permitiendo el paso lento de vehículos hubiera sido una alternativa barata y respetuosa con el medio ambiente, con el entorno histórico, y con el urbanismo. También se puede eliminar el paso de vehículos, o permitir su acceso por un solo carril regulado por semáforos y otra alternativa es el voladizo, materializada en pueblos, como Plentzia, más cara y engorrosa inicialmente, mejor a largo plazo».

Cuestionado acerca de la sostenibilidad del proyecto, Zarraoa asegura creer en un futuro sostenible. «Afecta a la mar en una superficie de sólo 1.500 m2, con un relleno limpio, no contaminante, que permitirá el paso más cómodo de peatones sin ampliar el paso de vehículos, y que eliminará el aparcamiento de coches en la zona baja del puerto», dice el alcalde.

Amezaga propone que, si tan seguros están del apoyo a la obra, «no tienen más que convocar un referéndum» y concluye que el proyecto de relleno en el Puerto Viejo está en la calle «porque lo hemos sacado nosotros, ya que ni siquiera se ha tratado en Pleno. Lo ha aprobado una Comisión de Gobierno formada sobre la ilegalización de Getxo Bizia». -

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