Como algunas (y algunos, claro) hace algún tiempo que no entienden (o no quieren entender) lo que pasa delante de sus propias narices, viene Isabel San Sebastián en “El Mundo” y nos ofrece un «diccionario» para abrir los ojos a quien todavía ande despistado.Decía ayer San Sebastián que «empieza a ser necesaria la utilización de un diccionario para aclararse en el marasmo de eufemismos con que se tergiversa el lenguaje, como trámite indispensable para la eficaz manipulación de las conciencias». Y nos pone algunos ejemplos.
Dice, por ejemplo, que la expresión «proceso de paz» significa, ni más ni menos, lo que sigue:«dícese de la negociación clandestina entablada no se sabe exactamente cuándo entre representantes del Gobierno y miembros de la organización terrorista ETA, con el fin de establecer las condiciones de la rendición del Estado de Derecho a las exigencias históricas de la banda, a cambio del cese temporal de su actividad asesina, que no de otras manifestaciones violentas». No se esperen menos de lo que sigue:
«‘Derecho a decidir’: autodeterminación. Secesión unilateral de una parte del territorio español, sin consulta previa al conjunto de la ciudadanía, titular de la soberanía».
El sarcasmo viene ahora:«‘Política penitenciaria’: conjunto de medidas destinadas a favorecer a los etarras presos». Que se lo pregunten a quienes tienen por rehenes en sus cárceles.
A Isabel San Sebastián no le gusta que le llamen facha y por eso define a la «Extrema Derecha» como «cualquier pensamiento que se oponga al empeño mostrado por Zapatero en destruir la España constitucional. La expresión se aplica especialmente a ciertos miembros del PP, en un intento de dividir a dicho partido y provocar el nacimiento de una corriente ideológica hoy por hoy inexistente». Y ¿qué fue de ellos? ¿Se volatilizaron? ¿O, simplemente, se «reciclaron»?
Tampoco le gusta que hablen de la dictadura. Lean, lean:«‘Memoria histórica’: repetición machacona de mensajes, imágenes y consignas procedentes de la época de la Guerra Civil, con el propósito de reabrir viejas heridas cerradas y cambiar retrospectivamente el curso de la Historia». Cerradas las suyas, Isabel, las de los fachas. Las de los que calentaron el lomo durante cuarenta años al calorcito de Franco.
Y termina llamándole cobardón a ZP: «‘Talante’:
cobardía». Esta, por lo menos, es original. - msoroa@gara.net