IRUÑEA
Los sindicatos UGT, CCOO, CGT y LAB acudieron ayer al Parlamento de Nafarroa para informar sobre la situación laboral y el plan industrial de la empresa a petición de Aralar. El primero en comparecer fue UGT y, según explicaron fuentes parlamentarias, expuso, «con una actitud a la defensiva», que son muy prudentes porque para Nafarroa «es muy importante mantener la empresa». Así, Josu Sánchez Bruna, secretario de la sección sindical de UGT en la planta, apuntó que «lo que está muy claro es que tendremos futuro si somos capaces de hacer el trabajo que no hemos podido hacer a lo largo de veinte meses».
Fuentes parlamentarias indicaron, sin embargo, que se posicionó en contra del resto de sindicatos de la planta y «en especial contra CGT».
Raul Villar de CCOO, por su parte, criticó a UGT y aclaró que «al final, el tiempo nos ha dado la razón. Tenemos un convenio colectivo que no contempla ninguna de las medidas de retroceso que planteaba la dirección y que se ha traducido en la producción de más coches y en contrataciones».
Aseguró que «somos opti mistas de cara al futuro del centro, hay que abordar una negociación desde la calma y la tranquilidad para cristalizar un proyecto industrial, siempre sobre la base de la defensa de los derechos de los trabajadores».
El representante de CGT, Carlos Couso, criticó la postura adoptada por el Gobierno de Iruñea e hizo hincapié en las condiciones laborales existentes en la planta de fabricación de Landaben. Señaló que la plantilla cobra ahora lo mismo que en 2001, que se han producido muchos accidentes y que parte de los trabajadores requieren asistencia sicológica.
Más producción, menor plantilla
LAB criticó la actitud del Gobierno de Sanz en el conflicto y defendió el derecho de la plantilla a negociar un convenio, ya que no se les puede negar este derecho «por ser una empresa referencial en Nafarroa».
Asimismo, calificó como «negativa» la evolución de la empresa en los últimos cinco años, porque «mientras la producción ha subido, ha bajado el número de trabajadores». LAB pidió además que el Gobierno de Iruñea archive las diligencias abiertas a nueve trabajadores por los incidentes ocurridos ante el Parlamento el pasado 11 de abril.Durante su comparecencia, los sindicatos coincidieron en señalar que en la próxima primavera deberán seguir negociando el convenio, ya que, reconocieron, han quedado muchas cosas sin resolver.
Aralar valoró positivamente el resultado de la comparecencia solicitada. «Hay muchas reivindicaciones pendientes y los políticos tenemos que ayudar en lo que podamos. Para ello nosotros apoyaremos la negociación colectiva», señaló.