Victoria Mendoza - Psicoterapeuta
V�ctimas de tortura
La tortura debe tratarse desde el punto de vista social, pol�tico y psicol�gico. Los torturados somos v�ctimas de un sistema social y pol�tico que permite y ordena la violaci�n de derechos humanos, es una medida de represi�n de un pa�s o de un gobierno, utilizada para detener un movimiento, protestas o reivindicaciones sociales y pol�ticas, para sacar informaci�n, amenazar, asustar al entorno o colectivo, demostrar qui�n tiene el poder o el control. Hay sobrevivientes para testificar que s� existe. Tortura f�sica o psicol�gica, golpes, patadas, asfixia, tocamientos, electricidad, heridas, violaci�n, hacer que los familiares o compa�eros presencien la tortura o la violaci�n, mantenerlos sin dormir, en posiciones muy inc�modas y que produzcan da�o y dolor y una gran variedad de m�todos de torturas para martirizar a la v�ctima. Las secuelas f�sicas y ps�quicas son m�ltiples: ataques de miedo, de terror, ansiedad, depresi�n, trastornos del sue�o, alimenticios, sexuales, paranoias, agresividad, apat�a, intentos de suicidio, frustraci�n, rabia, impotencia, etc. Adem�s de las v�ctimas directas, existen las v�ctimas pasivas, que son las familias afectadas, madre, padre, hijos, hermanos, pareja o cualquier miembro familiar o del entorno cercano. Muchas veces se piensa que la tortura s�lo existe en Africa o Am�rica o en pa�ses pobres o en guerra, o que existi� en otros siglos; sin embargo sabemos con preocupaci�n y tristeza que la tortura existe incluso en pa�ses supuestamente democr�ticos o del primer mundo, concretamente, Europa, Espa�a, Pa�s Vasco. Los pol�ticos deben dar la cara por estas atrocidades, deben reaccionar y no permitir que esto se siga cometiendo, deben pedir cuentas, se�alar y castigar a los autores, y deben garantizar a su pueblo que en su pa�s no se permitir� nunca m�s la tortura. Ninguna persona que haya sido torturada desea volver a pasar el calvario del que sobrevivi�, mucho menos desea por nada del mundo que sus hijos, hermanos, padres, familia y el mundo en general tengan que pasar por lo que ellos ya han pasado. Por eso mismo es importante, primero, reconocer que a�n existe y se sigue aplicando la tortura, atender a las v�ctimas y familias afectadas, denunciar todo tipo de tortura de cualquier pa�s, sea pobre o rico, primer o tercermundista. No es honesto ni coherente que nuestros representantes pol�ticos est�n condenando la violencia y hablando de Derechos Humanos, al mismo tiempo que est�n permitiendo la tortura. Tenemos que denunciar, castigar y sobre todo ERRADICAR la tortura en cualquier rinc�n del mundo. -
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