MADRID
«La Alternativa Democrática es instrínsecamente mala e ilícita»; «HB es un títere alienado»; «la negociación política nunca servirá para traer la paz»; y «la negociación política debería perseguirse judicialmente como un delito de colaboración con banda armada». Todo esto lo escribió el jefe de los «peritos» que declaran en el sumario 18/98, en un informe elaborado en 1996 por los Servicios de Información de la Guardia Civil, según dio a conocer ayer Iñigo Iruin.
También se afirma que «deslumbra la maldad intrínseca y la falacia que HB presenta como método para la solución del conflicto». Ese documento no fue tenido en cuenta en su día por el Tribunal Supremo, que consideró que «está sujeto a recusación por el evidente interés en la causa» de sus autores.
Fue ya entrada la tarde cuando el letrado de la defensa puso en evidencia la supuesta imparcialidad de los declarantes. Además de este informe, cuyo contenido fue ratificado ayer por su autor, aunque se refirió al «contexto» en que se elaboró, Iruin también hizo mención a otro, realizado por orden de Baltasar Garzón, en el que el juez solicita «información particularizada» de dirigentes de KAS «relacionados con actividades delictivas».
La Guardia Civil «propone»
Resulta que el Servicio de Información de la Guardia Civil «propuso» al juez instructor que en ese informe, incluido en las diligencias previas 75/89, se incorporara un esquema de lo que es KAS y de «las organizaciones que lo componen» ya que, «si no, queda cojo».Los autores reconocen en ese trabajo, según puso de manifiesto el abogado, que su objetivo final es «la criminalización de KAS y la incriminación de sus dirigentes». Buscan también «demostrar que KAS es una organización que actúa contra la Constitución, siendo una organización ilícita que habría que ilegalizar».
Asimismo, apuntan que quieren «demostrar que KAS es un instrumento creado por ETA» y apuestan incluso por «retardar» unas detenciones «hasta que llegue el momento de poder descabezar» a ambas organizaciones.
«¿Están aquí para criminalizar a KAS o para hacer una pericia totalmente imparcial?» preguntó Iruin, sabedor de la respuesta. El guardia civil, sin embargo, siguió defendiendo su labor supuestamente científica y objetiva.
Esto sucedió cuando se estaba abordando la parte «general» del sumario. Antes, por la mañana, siguieron analizando la pieza relativa a Ekin.
Ningún documento acusatorio
La acusación atribuye a los procesados por su supuesta relación con Ekin la «aplicación de la estrategia político-militar compartida por ETA», así como desarrollar «funciones de coacción», ejercer de «comisarios políticos», y «el control del colectivo de presos». Por este motivo, pide penas de hasta 15 años de cárcel a las personas incluidas en esta pieza.Ayer, uno de los «peritos» tuvo que reconocer que en ninguno de los escritos aportados por ellos a la causa se hace referencia, siquiera someramente, a estas supuestas funciones de Ekin, y no pudo encontrar ninguna base documental para sostener una tesis que ellos mismos han defendido ante la Sala.
Fue en el transcurso de un duro y farragoso interrogatorio efectuado por Arantza Zulueta que, como viene siendo costumbre tuvo que repetir varias veces cada pregunta, cuando uno de los autores del informe cedió ante la evidencia.
Hasta en cinco ocasiones tuvo que preguntar la abogada en qué documento o escrito que obra en la causa se menciona que este organismo «aplica la estrategia político-militar compartida con ETA». Incluso la presidenta del tribunal, ante las evasivas del interrogado, inquirió tres veces si «hay algún documento donde se dice eso».
El agente hizo referencia a recortes de prensa, entrevistas... en las que, por mucho que se empeñó, no halló nada que se le pareciera, para acabar reconociendo que «en ninguno de los documentos se dice eso».
Tras esta confensión, Zulueta preguntó sobre la función de «coacción» y de «comisarios políticos» atribuída a los militantes de Ekin. «¿Aparece eso en algún documento?». «No, no», fue la respuesta en ambas ocasiones. «Yo sé cuál es la función de Ekin, tengo documentos, pero no los puedo utilizar, y en ninguno de los documentos incorporados consta eso», se revolvió el guardia civil.
Ese mismo agente había afirmado en la Sala el pasado 12 de setiembre, a preguntas de la Fiscalía, que Xabier Alegria les había explicado durante su interrogatorio es de sobra conocido cómo fue realizado la estructuración de Ekin y las personas que componían su dirección. «¿Podría decir cómo es esa estructura?» preguntó ayer Zulueta. Tras señalar que quizá había habido un «malentendido» en su declaración de hace unas semanas, este mismo «perito» reconoció que «de Ekin no ten- go conocimiento real de su estructuración».
También tuvo que admitir que de las personas por él citadas como dirigentes, ninguna aparece como imputada.
Prosiguió la abogada con el interrogatorio, y retomó otra de las imputaciones que la acusación hace sobre los militantes de Ekin, la del «control del colectivo de presos».
«¿Es ésa una de las funciones de Ekin?» preguntó, a lo que el «perito» respondió que «creo que no».
Siete folios sobre Ekin
De esta forma, Zulueta fue desmontando una a una las aseveraciones que fiscal, acusación popular y los propios guardias civiles mantienen en sus respectivos informes.En lo que respecta al instituto militar, sólo dedica a Ekin siete folios, un sólo capítulo, incluido en un informe que se refiere a la desobediencia civil y que ni siquiera se refiere expresamente a esta organización.
En esos siete folios, gran parte del contenido son referencias a reseñas de prensa, principalmente del diario “El Mundo”. De hecho, como dejó en evidencia el letrado Aitor Ibero, los autores del informe han copiado literalmente artículos de ese periódico.
Así sucede cuando se refieren a la rueda de prensa que militantes de Ekin dieron a finales de 1999 para explicar las características de esta nueva organización. A pesar de que en el informe citan también a GARA, “Diario Vasco” y “El País” como medios que cubrieron esa comparecencia y fuente de su trabajo, Ibero les echó en cara que «las referencias son literales del “El Mundo”. Está el artículo cogido entero».
El letrado de la defensa tenía en sus manos ediciones de aquel día de todos los periódicos mencionados en el informe para corroborar su afirmación. El «experto antiterro- rista», por su parte, dijo no recordarlo, aunque sostuvo que no era así.
Resulta que en todo el capítulo dedicado a Ekin los guardias civiles no han incorporado ninguna copia de las in- formaciones periodísticas, sino que se han limitado a transcribir lo que han querido, e incluso han entrecomillado, como si fueran afirmaciones de militantes de Ekin, frases que no lo son.
Además del contenido del informe de 1996 y del que se incluye en las diligencias previas 75/89, el responsable de los guardias civiles que declaran en la Casa de Campo dejó más evidencias de su «objetiva» actitud. Así, en un rifirrafe con la abogada Arantza Zulueta, el agente G-96330-W llegó a afirmar que «todo el colectivo de abogados sigue las directrices de ETA y trabaja a las órdenes de ETA». A pesar de las protestas de la abogada, que subrayó que se estaba acusando a todos sus compañeros de la Sala, además de a ella, la presidenta Angela Murillo no hizo nada. Ese mismo «perito» afirmó, refiriéndose a KAS, que «lo que no se entiende es cómo no se ha actuado antes contra esta organización». -