DONOSTIA

Dicen los entendidos que los resultados sólo duran lo que tarda en llegar el siguiente partido. En este caso apenas han transcurrido tres días desde que la Real acabara con su prolongada racha de derrotas en Mallorca. Ahora le toca empezar una nueva, con un partido que debe servir para convencer ­aprovechando la confrontación con un rival de inferior categoría­ y, sobre todo, vencer, con lo que supondría el primer triunfo de la temporada para la escuadra donostiarra.

La otra posibilidad, la del mal resultado, produce vértigo. Empeoraria la ya delicada situación realista ­también por ese mismo hecho de que el Málaga sea un equipo de Segunda­, cuyo entrenador incluso podría peligrar, por no hablar de lo que supondría de cara a la propia competición copera. Aunque restaría el partido de vuelta, circunstancia que en principio beneficia a la Real, la historia reciente en el torneo del k.o. ­los txuriurdines no han eliminado a ningún equipo de Primera desde 1988 y han caído eliminados a manos de equipos de inferior categoría en los últimos ocho años­ bien podría convertirse en otro en contra.

La Real, con todo, viajó ayer a Málaga pensando exclusivamente en lo mejor y totalmente ajena a su situación liguera, según explicaba José Mari Bakero que, además, se mostró muy ilusionado respecto a las posibilidades de su equipo en la Copa, siempre y cuando empiece con buen pie.

Muchas bajas

No en vano Bakero se ha quedado con los 16 jugadores justos para completar la convocatoria, dejando en Donostia una enfermería repleta y un jugador sancionado. De los titulares del domingo, en principio, repetirán Bravo, Labaka, Ansotegi, Garrido, Alvaro Novo, Fabio Felicio y Kovacevic. El resto ­los lesionados Garitano, Prieto y Aranburu, y el sancionado Gerardo­ ni siquiera pudieron viajar y serán sustituidos en la alineación por Rekarte, Rivas, Mikel Alonso y Gari Uranga.

Marcos Alonso, en peligro

El Málaga, descendido la pasada temporada, comenzó la campaña como claro favorito para el regreso a Primera, pero de momento no ha podido confirmar su condición y se mueve en la zona media de la tabla. Marcos Alonso, de hecho, podría encontrarse en una situación aún más delicada que José Mari Bakero:en caso de derrota, el técnico cántabro puede tener que hacer las maletas esta misma noche.

El conjunto andaluz también afrontará el encuentro con numerosas bajas ­los sancionados Molinero, Sandro y Ador y el lesionado Romero­, aunque Alonso recupera a Valcarce, Salva, Schürrer y Ristic.

Juanito: "No hay que volverse loco, es un partido de 180 minutos"

Buen conocedor de los andaluces, el defensa admite que «nos encontraremos un rival de entidad, con muchos jugadores de Primera y que querrá revancha porque en los últimos tres partidos de Liga sólo ha sumado un punto», pero cree que esa circunstancia puede jugar del lado donostiarra. «La gente sigue pensando que es equipo de Primera y el nivel de exigencia con su equipo es alto. Su público no entendería otro tropiezo y tenemos que aprovechar ese hecho para ponerles nerviosos», adelantó.

Juanito, además, cree que la Real debe encarar el partido con ambición pero con tranquilidad. «Todos los equipos lo suelen encarar intentando finiquitar la eliminatoria en el partido de ida, pero tampoco hay que volverse loco ni intentar ir a por un resultado abultado porque es un partido de 180 minutos», subrayó el jugador, para el que, además, el hecho de que el choque de vuelta se dispute en Anoeta es otro factor «que hay que aprovechar».

El defensa txuriurdin, por otra parte, admitió que aún no sabe si partirá en el once inicial, pero «si me da la ocasión lo haré lo mejor que sé» en un encuentro que, pese a su pasado malaguista «no es especial. El año pasado sí, pero ya no tengo grandes amigos en el club excepto el presidente, por lo que tampoco tengo una motivación especial».