BILBO
La Federación Guipuzcoana confirmó ayer en Abadiño que sus pruebas no puntuarán para el Torneo de la Federación Vasca (FVC)de ciclocross, y que organizará una Challenge particular. En cualquier caso, el calendario vasco tendrá 18 pruebas, seis en Gipuzkoa. El 18 de octubre Gipuzkoa envió una carta en la que pedía que todas sus pruebas debían ser eliminadas del torneo de la FVC. José Luis Arrieta, presidente de la Guipuzcoana, así lo hizo saber ayer en la reunión de los organizadores en Abadiño.
Aia, Aizarnazabal, Itsasondo e Iraeta no puntuarán, por tanto, para el baremo de la FVC y sí para la Challenge Guipuzcoana, y podrán participar corredores de Bizkaia y Araba. Asteasu es internacional y Ormaiztegi organizará en principio el Campeonato de Euskadi. Bizkaia tiene challenge propia pero sus pruebas sí puntúan también para la FVC.
Arrieta apunta a«la intransigencia» de Iglesias en su mandato y a que el Colegio vasco designa a los jueces-árbitro en los tres territorios.
Se queja Arrieta de «la falta de planificación» del ciclocross, que no pasa por su mejor momento. «Faltan tres o cuatro día para la primera carrera Pobes el domingo y no hay un reglamento, no sabemos lo qué cuesta cada carrera, cuál debe ser la infraestructura...».
Asimismo, argumenta que «desde febrero no me ha citado a ninguna Junta Directiva, ni a mí ni a los presidentes de Bizkaia y Araba, y sigue funcionando alegremente».
El fondo de la cuestión es que el Colegio de árbitros elegido por la FVC designa a los jueces en cada territorio. «Es una aberración», exclama Arrieta. «Arbitros que van de Balmaseda a Irun y cobran más de lo que está establecido en Gipuzkoa».
Por todo ello, ha pedido sacar sus pruebas del calendario de la FVC: «No queremos que nadie nos organice nada, las carreras del calendario de Gipuzkoa no son suyas». Y defiende la puesta en marcha de una Challenge guipuzcoana, «en base a la Ley del deporte del Gobierno vasco».
«La Vasca, autónoma»
Iglesias, por su parte, aclara que «ellos quieren la Federación Vasca de antes, que dependía de las territoriales. Y eso no puede ser. La Federación Vasca tiene que ser autónoma y se apoyará en el trabajo de las territoriales».
Y señala que el diálogo con Gipuzkoa es «imposible». «Es una territorial que no quiere ir de la mano del resto en el calendario vasco».