Raimundo Fitero
Cava
La noche del cava. En todas las sedes se mostraron a sus dirigentes brindando con cava. Pertenecen al secreto del sumario las razones por las que todos encontraron motivos de celebración. Maticemos. Josep Piqué, si brinda, brinda con champán francés. Los de Ciutadans, estaban buscando el repertorio de brindis porque de repente han irrumpido en el Parlament sin discurso, sin programa y con un candidato que apareció en pelotas en sus carteles y un fundador, Albert Boadella, limpiándose el culo con papel de periódico para denunciar el mal trato recibido en la campaña por los medios de comunicación catalanes.
Las caras de unos y otros se convirtieron en un crisol de contradicciones. Pepiño Blanco estaba feliz, es decir a los del PSOE les gusta esta situación, prefieren antes a Mas que a Montilla. O eso parece. Montilla, como siempre, un púgil noqueado, con frases hechas, de campaña y de derrota o de amarga victoria. Un canto a la asepsia, pero brindando. A su alrededor un grupo de asiduos a los brindis esperando que escampe. Mas se sentía glorioso, pero a su alrededor aparecían las caras de Pujol y Duran que presagiaban maitines con resaca, mucho pacto, mucha negociación, secreta o pública. Rodríguez Zapatero será el primero en llamar, las fotos se deben pagar tarde o temprano.
Quizás el más feliz de todos, como siempre, fue Carod-Rovira, tras su linchamiento mediático y público, han salvado los muebles, han caído, pero muy poco, y aparece tras el cava volviendo a insistir en su capacidad de jugar con las dos manos; a progre, a nacionalista moderado, a soberanista, a convergente o a tripartidario. Aseguran que tiene todas las llaves, matarile, lire, lón. Su teléfono es el que más suena.
Joan Saura es el único que podía brindar con satisfacción, porque ICV son los únicos que suben en votos y en escaños. Es decir, el triunfador relativo. El que ha mantenido el mismo discurso desde el principio hasta el final. Pero no son dados a las sobreactuaciones y simplemente mostraron una calma emotiva por su crecimiento.
Ahora vienen los análisis de verdad, con la sombra de la abstención inspirando la reflexión. Y el cava regándolo todo como un símbolo. -
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