PASAIA

También señaló que este tipo de inversiones se hacen cada seis años, y el hecho de que se vayan a efectuar el próximo quiere decir que, de momento, el Ministerio español de Industria no cuenta con cerrar la central, aunque desconoce lo que pueda decidir en 2013.

Alba aseguró que la térmica de Pasaia es «decisiva» para garantizar la red de energía eléctrica de todo el Estado español, si bien precisó que en 2008 funcionará menos horas y que en el futuro, aunque no hay nada acordado, podría quedar operativa para garantizar la cobertura de los picos de demanda de energía.

Esta central, cuyo cierre reclaman organizaciones políticas, ecologistas y sociales al entender que es muy contaminante, emana a la atmósfera dioxinas y furanos «muy por debajo de los límites establecidos», según su director.

La consejera de Medio Ambiente, Esther Larrañaga, mostró su «honda preocupación» por esta decisión y dijo que mantener abierta la térmica de Pasaia «casa muy mal con la estrategia energética de la Comunidad Autónoma, que apuesta claramente por el cierre de aquellas centrales que utilicen tecnología baja y su sustitución por las de ciclo combinado, de segunda generación».

Larrañaga destacó que es «mucho peor» que su mantenimiento no se corresponda con el plan de lucha contra el cambio climático y a favor de las energías renovables por las que se inclina su departamento.

Además, hizo un llamamiento a los responsables de los ministerios de Industria y Energía y de Medio Ambiente para que analicen este asunto «en profundidad», así como «su estrategia energética en la lucha contra el cambio climático».

«Esta central contribuye en alto grado al cambio climático y esa tecnología debería ser inmediatamente sustituida. Cinco parques eólicos, que inciden cero en el cambio climático, sustituirían perfectamente a la central de Pasaia», afirmó.