BILBO
El Consejo de Ministros español acordó la actualización de la lista de enfermedades profesionales, vigente desde 1978, para acomodarla a los nuevos tiempos y avances producidos en la Unión Europea. Los sindicatos ELA y LAB, cada uno por su lado,consideran un avance la renovación del listado, pero entienden que no contempla un número amplio de lesiones profesionales nuevas que se producen en el mundo del trabajo.
Según el Ministerio español de Trabajo y Asuntos Sociales, las principales novedades se centran en que se «actualiza el listado a la realidad productiva actual», lo que significa que «se incluyen nuevas sustancias que pueden producir lesiones en el trabajo».
Por otro lado, se modifica «el sistema de notificación y registro de enfermedades profesionales con la finalidad de aflorar aquellas que están ocultas y evitar la infradeclaración».
Sin incidencia
El texto que dio a conocer ayer el Gobierno español que preside José Luis Rodríguez Zapatero reconoce que el cambio «no tendrá una incidencia económica apreciable» a partir de 2007. Existen dos listas de enfermedades profesionales, una que establece las enfermedades de origen profesional ya reconocido y la otra, con aqeullas de las que «se sospecha» su origen profesional. El texto afirma que la calificación de una enfermedad como profesional o no corresponderá a los médicos de la sanidad pública, aunque la tramitación de los partes corresponde a las mutuas. «La empresa deberá facilitar la información que obre en su poder y le sea requerida», precisa. ELA reconoce que «la nueva lista no va a solventar el problema actual, porque el propio Gobierno español reconoce que no tendrá incidencia económica apreciable». Constata que la infradeclaración de enfermedades se producirá y «las mutuas van a seguir teniendo la determinación de la contingencia». Igual que LAB, ELA entiende que es «grave» que se siga sin recoger las enfermedades sicosociales y musculoesqueléticas.
Ibon Zubiela, responsable de LAB, afirmó que se plantean numerosas dudas sobre «cuáles son las enfermedades que deben ser objeto de comunicación y notificación». A juicio de LAB, deberían declararse todas, a la vez que critica que el sistema de «notificación es centralista».
CCOO valoró de forma positiva el nuevo listado y denunció que al año fallecen 5.000 trabajadores por cáncer contraído en el puesto de trabajo.