Parece que el Gobierno de Ibarretxe no sólo elude el control parlamentario y tener que dar explicaciones a la Cámara. Desde hace un tiempo, parece haber decidido que no tiene por qué cumplir los mandatos del Parlamento. Lo dejaron claro los grupos que apoyan al Ejecutivo cuando, en un reciente Pleno, manifestaron que el Gobierno no tiene por qué presentar a la Cámara el calendario legislativo, como se le solicitó a instancias del Grupo Socialista. Hace pocos días se ha dado una nueva vuelta de tuerca.En el Pleno del pasado 10 de noviembre, el consejero de Vivienda y Asuntos Sociales, Javier Madrazo, respondiendo a la pregunta de un grupo parlamentario, nos anunciaba, pasadas las 9 de la noche, que no tenía intención de cumplir la Proposición no de Ley, de 6 de abril de 2006, por la que el Parlamento le instaba a que antes de finalizar el año regulara las condiciones que deben reunir los centros de menores en la CAPV.
Quizás porque llevábamos casi doce horas de Pleno, quizás por el tono fresco de quien se acababa de incorporar para someterse al control parlamentario, lo cierto es que no salíamos de nuestro asombro cuando el señor Madrazo nos dijo que podíamos darnos por satisfechos si para el 31 de diciembre estaba redactado el borrador de un decreto que después negociaría con las tres diputaciones. Para el decreto habría que esperar al primer semestre de 2007.
Yo sinceramente pensé que de las palabras del señor Madrazo se deducía que el borrador ni lo había empezado a redactar. Pero tampoco deberíamos extrañarnos tanto, porque si ha incumplido la ley que el mismo consejero impulsó ¿por qué iba a cumplir una Proposición no de ley que presentó la oposición?
Pues conviene recordar que la Ley 3/2005, de 18 de febrero, de Atención a la Infancia y Adolescencia establecía el plazo de un año para elaborar y aprobar las normas reguladoras de los centros de menores, tanto los de acogida como los de internamiento. La regulación de los requisitos materiales, funcionales y de personal exigibles a los dife- rentes centros, sean públicos o privados, deberían hacer una referencia tanto a los derechos y obligaciones de los niños, niñas y adolescentes, como a los de los profesionales que trabajan en los mismos.
La Proposición no de Ley se aprobó por 63 de los 75 parlamentarios, entre los que se encontraban los de EB-IU. Esta regulación ha sido reclamada en numerosas ocasiones por responsables políticos e institucionales, pues va a constituir una garantía para los menores acogidos en los servicios sociales o internados en centros de protección y va a permitir a los profesionales ajustar su actuación a un marco normativo, lo que sin duda redundará en beneficio de los menores.
Por todo ello, a esta parlamentaria, nueva en estos foros, le quedó una sensación profunda de frustración, al no acertar a comprender cuál era exactamente nuestra función ni lo que estábamos haciendo allí, con tan poco fruto a esas horas de la noche. Porque lo cierto es que es difícil entender si la oposición tiene posibilidad real de ejercer el control al Gobierno, cuando las interpelaciones hay que hacerlas los viernes, a última hora, cuando la prensa ha desaparecido y las parlamentarias y parlamentarios estamos agotados. Circunstancias ayudan a que un consejero del Gobierno se permita despreciar olímpicamente, y sin coste político alguno, los mandatos del Parlamento. En estas circunstancias el Sr. Madrazo pudo decirnos cualquier cosa. Pero creo que hay que recordarle que está en el Gobierno para solucionar los problemas y responder a los requerimientos del Parlamento.
Y más aún cuando este problema tenía que haber estado resuelto hace mucho tiempo. Pudo haberlo regulado en la propia ley, pero el consejero quiso darse un año para hacerlo con mas tranquilidad. Dejó pasar el año y cuando van a cumplirse los dos años de la aprobación de la ley, el señor Madrazo nos dice que está empezando a redactar un borrador. Y ni la ley, ni el acuerdo del Parlamento, hablan de borradores sino de concreciones. ¿No le parece, señor Madrazo, que tendría que aplicarse un poco más en esta tarea, en cumplimiento de sus responsabilidades específicas? Hágalo, por favor. -