Es jueves 26 de noviembre, y son las 3 de la mañana. Salimos de Donostia en autobús para asistir en la Audiencia Nacional al juicio contra Iñaki De Juana Chaos por la publicación de dos artículos de opinión en el periódico GARA. “El escudo” y “Gallizo”. A la salida de Donostia, control de la Guardia Civil. Nos mandan parar: ¿Adónde se dirigen ustedes? ¡Vaya pregunta! A todos nos piden el carné, nos registran y mandan bajar a varios jóvenes. Preguntas y más preguntas, más de hora y media les tienen de pie y de espaldas. Después de la impotencia que se siente en estos casos, nos sentimos aliviados cuando nos dejan seguir. Por el camino comemos algo y al llegar a la capital del reino, allí están los fachas para darnos la bienvenida. Esto es lo habitual que les sucede tanto a quienes los fines de semana van a visitar a sus seres queridos como a los que asisten a otros juicios.

He asistido a varios juicios y nunca había visto ni oído el espectáculo que se dio en éste. Ya hacía un rato que había comenzado cuando un elemento, a gritos, dirigiéndose a Iñaki, llamándole por el apellido dos veces, le dice que le mire porque va a ser lo último que vea. Era el facha Ynestrillas. Al poco rato es su hermano el que lanza sus insultos, les sacan de la sala y santas pascuas.

Por escribir dos artículos de opinión piden 96 años de prisión, por amenazas de muerte en todo un juicio de la Audiencia Nacional delante del juez, fiscal, varios directores de prisiones, miembros de las fuerzas armadas que acudieron a declarar en contra de De Juana, no pasa nada. Sigue el juicio, brillante fue la defensa que hizo Alvaro Reizabal, tirando por tierra todas las acusaciones que hicieron tanto el abogado de la AVT como el fiscal y los testigos que éstos presentaron. Al final el juez le da la palabra a De Juana, éste hace uso de ella y demuestra al tribunal que uno de los directores de prisiones, de apodo El Tragasables, precisamente el que con más énfasis le acusó de seguir perteneciendo a ETA, mntió al decir que en las cárceles donde habían coincidido, tanto Salto Del Negro como Melilla, él era el portavoz, incluso que se ha- bían entrevistado en varias ocasiones, dirigía las asambleas o decidía cuando había que organizar las diferentes clases de borroka. Ante estas acusaciones, Iñaki le dice al juez que este señor miente de forma descarada «Primero, los tres años que estuve en Melilla me tuvieron en aislamiento, sin poder relacionarme con nadie, luego imposible podría ser el líder de los demás, en todo caso de mí mismo. Y segundo, cuando me trasladaron a Salto Del Negro, este señor ya no estaba, le habían cambiado de prisión, luego no coincidimos». Y dirigiéndose al juez le dice que si quiere, él tiene los medios más que suficientes para poder comprobar lo que había expuesto. Cuando llaman a un testigo a declarar el juez les dice que la mentira está penada con la suspensión del cargo, multa e incluso con prisión, ¿alguien puede pensar que a este señor le aplicarán lo que dicen sus leyes? Seguro que no, en todo caso le subirán de categoría o le concederán alguna medalla, no sería la primera vez.

Termina el juicio, nos vuelven a saludar los fachas desde la acera de enfrente. De cómo se ha desarrollado el juicio, sa- limos muy contentos, pero con muy pocas esperanzas, es mejor no hacerse ilusiones. La experiencia después de tantos años de algo nos debe servir. A la vuelta, una buena noticia, nos dicen que pase el autobús por la prisión de Soto del Real pues salía en libertad Estanis Etxaburu. Así, hasta la próxima.

Con la lucha debemos impedir que esta pequeñas historias de agresión a este pueblo se repitan día tras día y tengamos entre nosotros a quienes nunca debieron ser apartados.

*****

Esta primera parte del artículo, como podéis observar, está hecha antes de que saliera la sentencia y por lo tanto de la decisión que ha tomado Iñaki. Los temores que teníamos al salir del juicio se han cumplido, le han echado como por todos es conocido doce años y siete meses de prisión. De nada han servido los argumentos de la defensa ni las demostraciones por parte de Iñaki de que los testigos presentados por parte de la acusación mentían, teniendo el juez los medios más que sobrados para comprobarlo. Ante esta injusticia, De Juana ha tomado la decisión de reiniciar la huelga de hambre hasta el final. Es la única manera que tiene de defender su dignidad ante este nuevo atropello.

Pero la maquinaria mediática del Gobierno no se ha hecho esperar, se ha puesto en marcha a pleno rendimiento y tertulianos, periodistas, políticos, etc... toda esta ralea que de una u otra forma come del mismo pesebre, con la indignidad que les caracteriza, de forma frívola se mofan y mienten y quieren hacernos creer que la justicia es igual para todos. Nos cuentan que en la anterior lucha de 63 días Iñaki comía pan bimbo, miel, jamón de york, leche, azúcar... que no fue tal huelga ni se le ató a la cama para alimentarle a la fuerza, que sus más de veinte kilos perdidos eran para guardar la línea y que ésta va a ser lo mismo. Juegan, se ríen de su sufrimiento, no sólo del de Iñaki sino también del de sus familiares, allegados, etc...

No seré yo quien le diga a De Juana que siga o que deje la lucha, es su decisión y estoy segura de que está muy pensada. Lo que sí quiero transmitir desde esta líneas es que sólo la lucha de este pueblo hará que se haga en estos momentos justicia con Iñaki, que salga a la calle, que es donde debería estar desde hace casi dos años. Con ello habremos dado un paso muy importante para conseguir los derechos de todos los prisioneros y la libertad de este pueblo. -