Controvertida visita del líder de Guinea a Madrid
MADRID
La visita ayer al Estado español del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, resultó toda una odisea tanto para el Gobierno español como para el principal líder opositor, Mariano Rajoy (PP) para justificar que recibieran a este político, acusado de dictador por parte de los grupos minoritarios del COngreso y por parte de organizaciones sociales y sindicales españolas.Obiang fue recibido con todos los honores por el Estado español, aunque el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, se cuidó muy mucho de comparecer ante la prensa junto a él y la Moncloa anunció que el presidente guinerano se habría comprometido a liberar a todos los presos políticos. El PP aseguró que Rajoy le recordó a Obiang la necesidad de «reformas democráticas» en el país. En el trasfondo, la necesidad de Repsol de participar en el reparto del pastel en un país que se ha convertido en el último decenio en el tercer productor de petróleo del Africa Negra. Una cuestión de Estado para el PSOE y para el PP.
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