MOGADISCIO
La tensión se agudiza en Somalia después de que el primer ministro de la vecina Etiopía, Meles Zenawi, declarara el jueves que su país está listo para la guerra con la Unión de Cortes Islámicas (UCI), que controla Mogadiscio y casi todo el sur somalí. En reacción a la declaración de Zenawi, el presidente de las Cortes, jeque Sharif Sheikh Ahmed, ordenó ayer a sus tropas que comiencen a atacar a las fuerzas etíopes que han invaido territorio somalí.
Las nuevas autoridades de Mogadiscio afirma que Etiopía ha enviado miles de soldados a Somalia en apoyo del llamdo gobierno de transición somalí de Baidoa. «Es evidente que los etíopes no podrían declararnos la guerra por sí mismos a menos que hayan recibido para ello ‘luz verde’ del Gobierno de EEUU», afirmó Ahmed.
El líder islámico somalí aseguró al respecto que la UCI está preparada para «defenderse de una malévola agresión». «El malicioso régimen etíope nos ha declarado la guerra y los somalíes no le daremos tregua. Tendrán dificultades y se arrepentirán», aseveró Ahmed.
Según analistas políticos y militares del Cuerno de Africa, la movilización de tropas por parte de Etiopía y la UCI presagia una guerra que podría extenderse también a Eritrea (rival acérrima de los etíopes y que apoya a los islamistas de Mogadiscio) y causar un desastre regional.
Informaciones sin confirmación oficial procedentes de Burhabaka, ciudad a mitad de camino entre Baidoa y Mogadiscio y de gran importancia estratégica, indican que los etíopes han desplegado allí más de 120 vehículos blindados para transportar tropas y tanques.