Los mercados abiertos, y no el nacionalismo estrecho, son el camino para la sostenibilidad y seguridad energética». Esta fue una de las frases que salió de boca del presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, en las recién clausuradas jornadas sobre energía y política exterior celebradas en Bruselas.El responsable del Ejecutivo comunitario advirtió de que la Unión Europea (UE) podría establecer la separación de la propiedad de las empresas de energía para dividir las actividades de aprovisionamiento de las redes de transmisión como medio de lograr un mercado único en el sector. «Tenemos la intención de proponer nuevas medidas sobre separación de la propiedad y sobre la autoridad reguladora para liberar los mercados de la energía en beneficio de los consumidores», adelantó Durao Barroso, en alusión a las propuestas que presentará la CE a principios de enero en materia de energía.
Señaló que la UE tiene un mercado único de la energía «solo en el papel, pero no lo tenemos en la práctica», motivo por el que la CE ha lanzado en los últimos meses una serie de acciones legales contra Estados miembros que no han abierto sus mercados de la energía.
Asimismo, destacó que el apagón que se sufrió en Europa el 4 de noviembre demostró la «interdependencia energética» de los estados miembros y la necesidad de crear una política común. Como anécdota, cabe señalar que un corte de luz interrumpió el jueves el Consejo de Ministros de Energía que precisamente preveía analizar el apagón producido en Europa.
A la espera del 10 de enero
Continuando con las jornadas, el comisario de Energía, Andris Piebalgs, declaró que Bruselas tiene previsto tomar una decisión el próximo 10 de enero, pero evitó ir más lejos sobre el contenido de la propuesta que se puede discutir entonces.
Piebalgs reconoció que la posibilidad de dividir las compañías energéticas para separar la propiedad de las redes de transmisión de las actividades de aprovisionamiento figura entre las ideas que maneja la Comisión. «No lo descarto», comentó Piebalgs.
En este sentido, añadió que «podríamos ir tan lejos como sea necesario» en función de cuál es «el mejor remedio» para una situación en el que los nuevos actores en el mercado no tienen acceso a las redes. Sin embargo, insistió en que «sería irresponsable» avanzar ahora cuál será la decisión final de la Comisión o qué opción defenderá en enero, ya que se trata de una cuestión de «extrema importancia».
En caso de que se decida por esa opción, la idea de la CE sería separar las empresas energéticas integradas verticalmente. En el Estado español y en otros nueve estados de la UE, esa separación se produce en el sector eléctrico, pero no en el gasístico, indicaron fuentes comunitarias.
El Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, también dio su opinión. Tras remarcar que «los días de la energía fácil han terminado», indicó que la Unión Europea tendrá en el futuro que competir cada vez más con países terceros por la energía, especialmente con China e India, como consecuencia del aumento del consumo en un 50% durante los próximos 25 años. Además, auguró que las pugnas energéticas sustituirán en los próximos años a las disputas territoriales.
Apuntó que la demanda global aumenta mientras que la oferta está estancada, que las inversiones necesarias para garantizar el suministro ascienden a centenares de miles de millones de dólares y que los países ricos en energía la están usando abiertamente para promover sus objetivos geoestratégicos. Frente a ello, subrayó que la UE todavía no tiene una política exterior única en materia de energía pese a su fuerte dependencia de los hidrocarburos. «Pese a la prioridad de la energía en cumbres recientes o en reuniones de alto nivel con una gran variedad de países terceros, demasiado a menudo hemos terminado divididos o defendiendo una postura que es francamente el denominador común más bajo», criticó el Alto Representante.
En su opinión, si los Veinticinco no logran una política energética común, la situación no hará más que empeorar. «Cada vez competiremos más con otros por la energía. En conjunto, el consumo energético mundial se incrementará por encima del 50% en los próximos 25 años. La mayoría de este aumento vendrá de Asia, con un papel de liderazgo para India y China. Las disputas territoriales del pasado podrían ser sustituidas por una pugna por la energía», reiteró Solana.
El comisario de Comercio, Peter Mandelson, otro de los ponentes de las jornadas, pidió que no se use la energía como «moneda de cambio geopolítica» y abogó por establecer «más reglas internacionales que den estabilidad y rellenen el vacío legal que es actualmente la causa de la tensión e inseguridad internacional».
Experiencias «negativas»
En las citadas jornadas también se escucharon algunas voces contrarias a la propuesta de separar la propiedad de las empresas de energía.
El vicepresidente del consejo de dirección del gigante
gasista ruso Gazprom, Alexander Medvedev, admitió que esa opción constituye «una
preocupación» para esta empresa «hasta no tener seguridad sobre quiénes son los
nuevos actores» en el mercado. Recalcó que «hasta ahora las experiencias de
ofertas y de liberación de gas» fomentadas por parte de la Comisión Europea para
abrir el mercado «han sido negativas» para su compañía. -